La pena de 19 años de prisión que en agosto de 2021 recibió un joven por el homicidio de su abuela, apuñalada en su departamento en el centro de Salta, fue agravada ayer por el Tribunal de Impugnación que modificó la calificación del delito y le impuso prisión perpetua.
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La pena de 19 años de prisión que en agosto de 2021 recibió un joven por el homicidio de su abuela, apuñalada en su departamento en el centro de Salta, fue agravada ayer por el Tribunal de Impugnación que modificó la calificación del delito y le impuso prisión perpetua.
Fuentes judiciales informaron que la Sala I de dicho tribunal resolvió condenar a Agustín Morales por el "homicidio agravado por el vínculo y criminis causa" de María Leonor Giné (70), en concurso real con las medidas dispuestas por la autoridad competente para impedir la propagación de una pandemia.
Morales había sido condenado en agosto de 2021 por los jueces de la Sala III del Tribunal de Juicio, a cargo de los jueces María Gabriela González, Carolina Sanguedolce y Pablo Farah, a la pena de 19 años de prisión por el delito de "homicidio calificado por el vínculo", pero "mediando circunstancias extraordinarias de atenuación", lo que evitó que le impusieran la prisión perpetua.
Sin embargo, el Tribunal de Impugnación ahora retiró el atenuante de la calificación y le impuso la máxima pena prevista para ese delito. Este agravamiento de la condena fue en coincidencia con el recurso de casación interpuesto por la fiscal penal de la Unidad de Femicidios (UFEM), Mónica Poma, luego del fallo de primera instancia.
El juez Luciano Martini, del Tribunal de Impugnación, sostuvo en su voto: "La adicción a sustancia estupefaciente del sujeto activo no constituye una circunstancia extraordinaria de atenuación por sí misma, como entiende el Tribunal de grado".
Para el magistrado, esa adicción "en modo alguno puede configurar un motivo comprensible que autorice a sostener que se menguó de forma razonable el respeto al vínculo de sangre que sustenta el agravamiento del delito de homicidio". Por ello, consideró a Morales "autor material y jurídicamente responsable del delito de homicidio agravado por el vínculo".
"No puede considerarse como móvil del homicidio el impedimento a salir del edificio. Por el contrario, en todos los términos considerados, del análisis de la prueba y los indicios concordantes y no anfibológicos, se tiene que el acusado dio muerte a su abuela, para poder hacerse de su dinero y celular, con los que posteriormente inició un raid de consumo de estupefacientes y servicios sexuales", indicó.
El juez Ramón Medina adhirió al voto de Martini y señaló que el "fundamento del agravante en el homicidio "reside en el desprecio a los deberes derivados del vínculo que media entre el autor y la víctima".
El hecho ocurrió el 28 de marzo de 2020, cuando familiares de Giné se presentaron en su departamento ubicado en la avenida Belgrano al 900, del centro de la capital salteña, y la encontraron sin vida y con signos de haber sido apuñalada. Por el portero del edificio se enteraron que Morales, que circunstancialmente residía con ella, se había retirado poco antes a bordo del vehículo de Giné.
Los familiares encontraron el cuerpo de la mujer en la cocina, con heridas en el cuello y otras de tipo defensivas, que le provocaron un shock hipovolémico y la muerte.
El relevamiento de filmaciones de las cámaras de seguridad permitió establecer que, durante esa noche, Morales entró y salió varias veces del departamento de su abuela, acompañado por su amigo Federico Detzel y la mujer trans Tania Rocío Aguirre.