Con mucha fe y alegría, desde las 5 de la mañana de hoy, comenzaron a salir los grupos de peregrinos de distintas localidades de los departamentos de Metán, Rosario de la Frontera y La Candelaria. Se vivieron momentos muy emocionantes que llevaron a muchos hasta las lágrimas. La partida de las más de 2.000 personas fue desde la ciudad de San José de Metán, luego del cálido recibimiento que se realizó en la tarde de ayer de los caminantes de diferentes lugares de Rosario de la Frontera y La Candelaria.
Hubo un amplio operativo de seguridad a cargo de la Policía de la provincia, de Protección Civil, Tránsito de la Municipalidad y el hospital Del Carmen de Metán, del que participaron con móviles, motocicletas y ambulancias.
Al norte de Metán, en el paraje El Mistol, un grupo de vecinos y fieles solidarios, con la colaboración de la comunidad, prepararon nuevamente el denominado “desayuno de la fe” que fue servido a todos los que pasaban por el lugar, a un costado de la ruta nacional 9/34.
“Este es un desayuno milagroso, muy bendecido, con mucha felicidad porque recibir a los peregrinos es abrir las puertas a la esperanza, a la fe. Queremos mostrar a toda la Argentina y al mundo este Milagro de los salteños”, dijo Celia Maidana, una de las voluntarias.
“Este es el año número 15 que peregrinamos con el grupo Devoción, Amor y Fe (D.A.F.) y yo lo hago desde hace 25 hacia el Señor y la Virgen del Milagro. Al nombre de este grupo lo llevo con mucho orgullo porque fue puesto por mi madre”, señaló Amalia Grané.
“La partida fue muy emocionante. Es hermoso lo que estamos viviendo con más de 2.000 peregrinos de todo el sur de Salta que ya caminan hacia el Milagro”, dijo Noemí Cazón del grupo “Metán Camina al Milagro”.
En silla de ruedas y cargando una cruz
Entre los peregrinos fue conmovedor ver a Guillermo Agüero un empleado municipal de Metán cargando una pesada cruz con ruedas en la base. “Este es el sexto año. Solamente les digo que esto es para agradecer al Señor y la Virgen del Milagro por mi familia.
También para pedir bendiciones para todos, principalmente para los que menos tienen”, dijo Agüero, quien camina acompañado por el vecino de El Galpón, René Teseyra.
Sobre la cruz que lleva en sus hombros dijo que: “Estoy seguro que Dios siempre te va a dar el peso que puedas cargar, por eso nunca quise saber los kilos que tiene esta cruz que es de eucaliptus”.
“Peregrino por primera vez en esta silla de ruedas para llegar hasta donde pueda para agradecer porque sigo con vida luego de un grave accidente que tuve y casi me cuesta la vida”, dijo Juan Bisgarra, un vecino del barrio Los Laureles de Metán, quien tiene una fractura en la pierna izquierda, entre otras lesiones de las que se recupera.