Israel intensificó ayer sus bombardeos sobre Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, luego de que el primer ministro Benjamin Netanyahu rechazara presiones del jefe de la diplomacia de EEUU, Antony Blinken, para detener su ofensiva contra el grupo islamista palestino Hamas y anunciara que expandirá las operaciones terrestres a esa ciudad.
inicia sesión o regístrate.
Israel intensificó ayer sus bombardeos sobre Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, luego de que el primer ministro Benjamin Netanyahu rechazara presiones del jefe de la diplomacia de EEUU, Antony Blinken, para detener su ofensiva contra el grupo islamista palestino Hamas y anunciara que expandirá las operaciones terrestres a esa ciudad.
Más de la mitad de los palestinos que viven en Gaza ha huido a Rafah, en la frontera con Egipto y también principal punto de entrada de la ayuda humanitaria.
Egipto ha advertido que cualquier operación terrestre allí o un desplazamiento masivo pondría en riesgo su tratado de paz con Israel, firmado hace cuatro décadas.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió, además, que una ofensiva terrestre en Rafah "aumentaría exponencialmente lo que ya es una pesadilla humanitaria" en Gaza, donde más de 27.000 palestinos han muerto en cuatro meses de bombardeos israelíes que han devastado gran parte del empobrecido territorio.
Sobre este tema, la ONU le advirtió ayer al Ejército israelí que destruir edificios en la Franja de Gaza para crear una "zona de seguridad" junto a la frontera con Israel constituye "un crimen de guerra".
El alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, dijo que hay información según la cual el Ejército israelí quiere destruir todos los edificios en Gaza situados a un kilómetro de la valla fronteriza con Israel para crear una "zona de seguridad".
"Recuerdo a las autoridades israelíes que el artículo 53 del Cuarto Convenio de Ginebra prohíbe la destrucción por parte de la potencia ocupante de bienes pertenecientes a particulares, excepto cuando dicha destrucción sea absolutamente necesaria para las operaciones militares", indicó Türk.
Rechazo de Netanyahu
Netanyahu ordenó anteayer la operación terrestre en Rafah tras rechazar una contrapropuesta de Hamas a un plan de alto el fuego a cambio de la liberación de rehenes, presentado por EEUU y otros países, así como presiones de Blinken, que estuvo en Israel para pedirle frenar la ofensiva.
Tras una primera fase de ofensiva concentrada en el norte de Gaza, las tropas israelíes progresaron hacia el centro y el sur del estrecho territorio, especialmente en la ciudad de Jan Yunis.
La atención se centra ahora en Rafah, adonde han huido unos 1,3 millones de palestinos, más de la mitad de la población total de la Franja de Gaza, de 2,3 millones. La mayoría de ellos están refugiados en instalaciones de la ONU.
En un discurso televisado, Netanyahu dijo ayer que ordenó a los militares "prepararse para operar" en Rafah y que la "victoria total" contra Hamas es cuestión de meses.
Hamas exige que Israel ponga fin definitivo a la ofensiva y retire sus tropas de Gaza, lo que le permitiría seguir gobernando el territorio y reponer sus capacidades militares.
Netanyhau rechaza esto de plano. E insiste en que la acción militar es la única forma de liberar a los rehenes, pero enfrenta presiones crecientes de la opinión pública israelí para que llegue a un acuerdo con Hamas con el fin de liberarlos.
Ataque de Hezbollah con cohetes
El grupo chií libanés Hezbollah anunció ayer que perpetró un lanzamiento de cohetes contra uno de los principales centros de inteligencia en el norte de Israel, al cumplirse cuatro meses de intenso fuego cruzado entre las partes a través de la frontera común.
El movimiento armado explicó en un comunicado que la acción fue llevada a cabo con cohetes tipo "Falaq" y afirmó que tuvo como objetivo la Base de Vigilancia Aérea de Meron. Según la nota, el lanzamiento fue una respuesta a los "ataques sionistas contra aldeas y civiles en la ciudad de Nabatieh".