¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
28 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Leyes y salchichas

Viernes, 26 de enero de 2024 23:12

"Con las leyes pasa como con las salchichas: es mejor no ver cómo se hacen". Está frase ha sido atribuida a Otto von Bismarck (1815-1898), canciller del Imperio alemán. (Que siendo abogado -no militar como se cree- sabía de leyes y como alemán, se supone, entendía de salchichas). En realidad, el problema con las leyes y las salchichas no está en lo que se ve, si no en lo que no se ve. También al "Canciller de Hierro" se le atribuye otra frase, que sería plenamente aplicable a la Argentina: "Estoy firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo. Lleva dos siglos queriendo destruirse a sí misma y todavía no lo ha conseguido"

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

"Con las leyes pasa como con las salchichas: es mejor no ver cómo se hacen". Está frase ha sido atribuida a Otto von Bismarck (1815-1898), canciller del Imperio alemán. (Que siendo abogado -no militar como se cree- sabía de leyes y como alemán, se supone, entendía de salchichas). En realidad, el problema con las leyes y las salchichas no está en lo que se ve, si no en lo que no se ve. También al "Canciller de Hierro" se le atribuye otra frase, que sería plenamente aplicable a la Argentina: "Estoy firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo. Lleva dos siglos queriendo destruirse a sí misma y todavía no lo ha conseguido"

Sin embargo, la primera frase se cree que es de autoría de John Godfrey Saxe (1816-1887), poeta estadounidense que popularizó la parábola india de los ciegos y el elefante. La historia recoge las diferentes descripciones que hacen seis hombres ciegos sobre un elefante. El primer hombre, cuya mano se posó en la trompa, dijo: "Este ser es como una serpiente gruesa". Para otro cuya mano llegaba a su oreja, dijo que parecía una especie de abanico. En cuanto a otra persona, cuya mano estaba sobre su pata, dijo, el elefante es un pilar como el tronco de un árbol. El ciego que puso su mano en su costado dijo que el elefante "es una pared". Otro que sintió su cola, lo describió como una cuerda. El último sintió su colmillo, indicando que el elefante es lo que es duro, liso y como una lanza. La historia pretende mostrar que los conflictos son aparentes y que la mejor manera de proceder en la vida es armonizando las diferentes perspectivas y contextos desde los cuales se conoce.

La frase y la parábola cobran plena actualidad en nuestra Argentina de hoy, tanto por la desprolijidad de los procedimientos que estarían posibilitando la sanción de un mamotreto legislativo impresentable, como también la falta de búsqueda de una armonía en el que primen las políticas de Estado y no los intereses sectoriales.

Los legisladores fueron humillados desde el primer día por el presidente que no solo no pronunció -como es tradición-su discurso inaugural ante la asamblea legislativa, sino que luego lo hizo de espaldas a la misma en una clara señal de desprecio. Ese proceder merecía, por lo menos, alguna declaración institucional del cuerpo legislativo, pero -aparentemente por un complejo de cola de paja por su inactividad de estos años- no hubo reacción alguna. Tampoco mereció repudio unánime que Milei los acusara de "coimeros" en forma genérica. Parecería que el presidente, luego de haber denostado a la casta política, vertiginosamente se ha convertido en un conspicuo integrante de ella. Dejó de lado a todos sus compañeros (casi sin excepción) de los primeros tiempos de la brancaleónica gesta libertaria, para nombrar como colaboradores a insignes representantes de la clase política. A pesar de haber sido dos años diputado no podemos decir que el líder anarco capitalista haya adquirido mucha experiencia legislativa, ya que prefirió otras cámaras a las parlamentarias: las cámaras de televisión que le demandaron horas y horas de dedicación.

Hace dos días, transcendió que, en la reunión de Gabinete, el presidente, en relación a los gobernadores que no apoyaran la Ley Ómnibus, expresó: "Los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir". Quizá no advirtió nuestro buen presidente que tal amenaza, en definitiva, no iba dirigida a los gobernadores si no a los sufridos habitantes de las provincias a quienes promete fundirlos y dejarlos sin un peso. Esto puede interpretarse de dos maneras: 1. que a los gobernadores les va a retacear fondos que legítimamente corresponden a las provincias; o 2.- que si no fueran acreencias legítimas entonces estaremos hablando de extorsión y de coimas. Aunque son públicamente conocidas las frenéticas y espurias negociaciones que encabezan los líderes de la Libertad Avanza, ayer sábado, Milei afirmó "No estoy dispuesto a negociar nada. La libertad no se negocia". Ni los autócratas rusos, ni Luis XIV con su famoso y erróneamente atribuido: "El Estado soy yo", se atrevieron a tanto para imponer su omnímoda voluntad.

Merced a esta inaudita presión a los gobernadores, la Libertad Avanza logró que 55 diputados firmaran un dictamen de mayoría sobre la polémica ley ómnibus (LO). No sabemos si fue exprofeso, pero la LO contiene un ataque frontal contra las economías regionales, que -casualmente- se ha convertido en moneda de cambio (otros lo llaman extorsión) para que los legisladores de provincias accedieran a firmar el dictamen. A cambio de unos limones, o por un poquito de azúcar, o defendiendo la yerba mate y el tabaco, o con la promesa de recibir transferencias para las cajas previsionales, varios legisladores prefirieron defender los intereses de sus provincias, aun cuando significara la aprobación de un cambalache de normas. Lo dijo bien el dirigente soviético Nikita Kruschev: "Los políticos son iguales en todas partes: prometen construir un puente incluso en donde no hay un río". Por ahí va el curso de la historia. Del otro lado del espectro ideológico, otro presidente, Ronald Reagan, dijo una frase, quizá más acertada: "La política es la segunda profesión más antigua de la historia. A veces creo que se parece mucho a la primera".

PUBLICIDAD