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9 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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La impresionante geología de Cabra Corral

Tan familiar y tan nuestro, este magnífico espejo de agua que seduce a los turistas y nos enorgullece a los salteños, exhibe la historia milenaria de la geografía regional, con el río Juramento como protagonista.
Lunes, 08 de abril de 2024 01:23

Uno de los circuitos turísticos más impactantes de Salta es el embalse de Cabra Corral.

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Uno de los circuitos turísticos más impactantes de Salta es el embalse de Cabra Corral.

El paisaje impresiona por la belleza de sus formaciones geológicas, por la presencia de serranías cortadas a pique como producto de grandes fallas tectónicas, por el espejo de agua, por los cortes profundos que se hicieron en el camino del perilago, por la policromía y deformación tectónica de las capas geológicas con llamativos colores rojos, amarillos y verdes, y por una extraordinaria diversidad de rocas, pliegues, fallas, minerales y fósiles. A ello se suma una buena oferta gastronómica y hotelera, deportes náuticos y extremos, pesca, rafting, miradores turísticos, camping, entre otros atractivos.

El gran Tajamar

Recordemos que el embalse es la resurrección y reconstrucción en miniatura de un enorme lago que existió en el interior del Valle de Lerma unos pocos cientos de miles de años atrás. Durante el periodo Cuaternario, en plena época de las glaciaciones, el Valle de Lerma se convirtió en una cuenca endorreica y albergó en su interior un gran lago con más de 100 km de longitud. Ese fue un lago profundo de aguas limpias, cristalinas, frías, donde se depositaron gruesas capas de arcillas blancas y puras de la llamada Formación Tajamar. Dichas arcillas se conservan en afloramientos aislados y no solo son de interés cerámico sino que, además, al ser impermeables, confinan acuíferos y hacen que las perforaciones que las atraviesan den pozos con surgencia natural de las aguas subterráneas.

Ese gran lago prehistórico estaba destinado a desaparecer a raíz de que el proto-río Juramento erosionaba lentamente hacia las cabeceras y un cierto día alcanzó a cortar la sierra. Así el cuerpo de agua se vació por lo que hoy es el "Cañón del Juramento". Ese debió de ser un evento catastrófico, superlativo, una masa de agua de muchos hectómetros cúbicos corriendo desaforada en función de la gravedad y arrastrando a su paso desde árboles y rocas hasta algunos de los grandes animales prehistóricos que habitaban entonces como mastodontes, megaterios y gliptodontes. Luego de ese evento hubo un cambio en el nivel de base y los ríos se reorganizaron adaptando su morfología a las nuevas condiciones.

El origen del Juramento

El flamante río Juramento capturó las aguas de todos los ríos que drenaban al Valle de Lerma e incorporó además a los ríos Guachipas, de las Conchas, Calchaquí y Santa María para convertirse en el río más largo que atraviesa a la República Argentina, y que va desde el borde de la Puna hasta alcanzar el Paraná. Hace 30 mil años se rompió el lago natural del Valle Calchaquí que se formó por el desplome de las laderas del cerro El Zorrito y hace 5.000 años se rompió el lago de la Quebrada de Las Conchas que se formó por el desplome de las laderas del cerro Quitilipi cerca de Alemanía y, en ambos casos, las aguas descontroladas bajaron al Valle de Lerma y se dirigieron por pendiente natural hacia el Cañón del Juramento arrastrando todo a su paso. El último evento, ese de los 5.000 años, ocurrió cuando ya había humanos paleo-indígenas en la región.

Enormes bloques en Rumipampa, en la boca del río Juramento, dan cuenta de alguno de esos eventos catastróficos. El paraje Cabra Corral contaba con todos los elementos hidrológicos y topográficos para construir allí un embalse y eso fue lo que se hizo. En el angosto donde estuvo la zona de captura se construyó una pantalla, se bloquearon las aguas, se excavó un camino en las serranías del perilago y se erigió un extraordinario puente para cruzar de una banda a la otra del valle.

El dique

Hoy el Cabra Corral tiene una forma de "Y" griega con los dos brazos que entran por el Guachipas y el Arenales. Aguas abajo de la presa se extiende el Cañón del Juramento por donde corre la ruta provincial 47 que corta a la ruta nacional 34. Por el río se hace rafting y el camino es parte del circuito turístico bautizado como "Sendero Gaucho". Por allí los ingenieros de ferrocarriles Schneidewind y Rauch habían trazado originalmente, a fines del siglo XIX, el tramo ferroviario desde Metán a Salta, lo que nunca se concretó. Si se observa con atención las cabeceras del Cañón del Juramento, cerca de la presa, se podrá ver a ambos lados unos viejos valles fluviales secos y colgados. Por ley natural todo río se une con otro al mismo nivel de cota. Esos valles abortados y colgados a decenas de metros de altura, en los farallones de calizas amarillas, representan afluentes que drenaban al antiguo río Juramento antes de que éste profundizara fuertemente su cauce por el fenómeno antes descripto. Una extraña morfología de cauces fósiles o valles fluviales colgados quedaron allí como atractivo para el geoturismo. Al igual que todo el perilago que atraviesa rocas de formaciones geológicas que abarcan desde el periodo Cretácico de la era Mesozoica hasta el periodo Mioceno del Terciario.

Es más, en esas capas geológicas que bordean el perilago se encuentra representado el límite Cretácico - Paleógeno, el que dio fin al reinado de los dinosaurios.

Las calizas de Yacoraite

Las calizas amarillas de la Formación Yacoraite, de amplia distribución en la zona del dique, contienen huellas de dinosaurios. Y además se encuentran restos fósiles de una amplia variedad de peces, gasterópodos (turritelas), estromatolitos de gran tamaño, microfósiles, polen, plantas, entre otros elementos.

De la cantera abandonada a orillas del camino se extrajeron lajas de construcción que provenían de la Formación Yacoraite. Y a pocos metros de allí hay un estrato naranja que corresponde a una ceniza volcánica caída en aquel tiempo de fines del periodo Cretácico. Un hallazgo reciente de lo que parecen ser huellas de pequeños mamíferos, por arriba del límite de la extinción de los dinosaurios, refuerza los estudios realizados con isótopos por el Dr. Alcides Sial y colaboradores para identificar dicho límite K/T o K/Pg.

En Punta de Mahr hay un afloramiento de caliza amarilla de Yacoraite y por debajo y en contacto capas de areniscas blancas de la Formación Lecho, ambas cretácicas. Es interesante destacar que esa arena blanca, pura y muy friable, es radiactiva y contiene una mineralización de cobre, uranio y vanadio. Si se observa con cuidado se verán pequeños minerales color verde esmeralda. Muy cerca de ese lugar comienzan a aparecer las areniscas rojas del Subgrupo Pirgua que llegan hasta el extremo del puente. En verano es zona de derrumbes.

Lo que más abunda son las capas verdosas que la gente confunde con cemento Portland. Se trata de una roca llamada marga, una mezcla de arcilla con carbonato de calcio en distintas proporciones, y que efectivamente es una de las materias primas para el cemento. Lo que se presenta abundantemente en ellas son los bancos de algas estromatolíticas. Algunos de ellos se observan de manera espectacular a la orilla del camino a la altura de Bahía Viñuales y muestran formas de repollos o coliflores gigantes que superan el metro de diámetro.

El camino del perilago, desde el puente hasta la presa, serpentea a lo largo de las mismas formaciones geológicas en un universo de curvas y contra curvas. Dichas formaciones se inclinan suavemente hacia el lago y el camino las repite incansablemente mostrando alternativamente las capas de margas verdes y las calizas mayormente estromatolíticas, en secuencias sedimentarias rítmicas y muy vistosas. Desde el puente hasta la presa "General Belgrano" son 15 km de un paisaje diverso y multicolor que pasa por la Policía Lacustre, el Hotel del Dique, campings, embarcaderos y otros sitios.

Los últimos cinco kilómetros, entre la entrada del río Guanaquito y la presa, el camino corre por las rocas de areniscas rojas del Subgrupo Pirgua. El borde de esa enorme pared, coronada por la caliza amarilla de la Formación Yacoraite, representa una importante falla geológica que levanta el bloque tectónico de las Cumbres de las Peñas Blancas.

Cuando el embalse alcanza una buena cota de llenado, muchos de los valles fluviales que ingresan al dique se convierten en una especie de pseudo - fiordos bonitos y navegables, tal como los de los ríos Peñas Amarillas, San Simón y San Ramón.

Cuando se hace el ingreso al dique desde Coronel Moldes y luego de pasar el desvío a la granja de turismo rural de Finca Santa Anita, donde se elaboran riquísimos quesos de cabra, y antes de alcanzar El Préstamo, se llega a unos afloramientos miocenos de areniscas rojas verticales que están cubiertas por un conglomerado de rodados de calizas amarillas que yacen en discordancia angular. Ello prueba los efectos de la tectónica andina donde capas jóvenes, miocenas, yacen casi verticales.

En una visita del prestigioso geólogo español Dr. Francisco Anguita al lugar, éste se mostró sorprendido, simplemente porque en Europa, capas de esa antigüedad yacen siempre horizontales, tal como ocurre con los yesos de la cuenca de Madrid. Desde entonces hemos bautizado dicho afloramiento con el nombre del distinguido científico español que estuvo allí visitándolo, acompañado por alumnos de geología de la UNSa. En el año 2000 publicamos un libro sobre Cabra Corral: su geología, arqueología e historia, con la participación del Dr. Eugenio Taruselli, la arqueóloga Lic. Ercilia Navamuel y el suscripto en la desaparecida editorial Gofica, con fotos de Néstor Troncoso. Dicho libro está agotado y sigue siendo una de las pocas referencias integrales a la historia natural y cultural del gran embalse de Salta.

 

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