El ajuste fiscal que lleva adelante la administración de Javier Milei deja en una situación muy delicada a las jurisdicciones con alta dependencia de recursos nacionales. Como lo es Salta, donde más del 80% de los fondos que necesita la Provincia para funcionar llegan desde Nación.
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El ajuste fiscal que lleva adelante la administración de Javier Milei deja en una situación muy delicada a las jurisdicciones con alta dependencia de recursos nacionales. Como lo es Salta, donde más del 80% de los fondos que necesita la Provincia para funcionar llegan desde Nación.
Las denominadas transferencias automáticas del Gobierno central, que comprenden coparticipación, leyes complementarias y compensaciones, alcanzaron el año pasado los $530.319 millones para Salta. Mientras que el Presupuesto local para 2023 fue de $654.650 millones: de cada $100 de esos gastos, $81 vinieron de la caja nacional.
En rigor, el ajuste de las transferencias ya se venía aplicando desde el Gobierno nacional anterior, por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que exige un achique de gastos, y se intensificó en diciembre. En resumen, en 2023 la provincia obtuvo un 4,9% menos de recursos coparticipables que en 2022, según un estudio de la consultora Politikon Chaco, que estableció la merma en términos reales, es decir descontando la inflación.
El informe advierte que Salta fue la que más de estos fondos perdió entre las 10 provincias que componen el Norte Grande.
La disminución de recursos empeoró luego de que, a partir de octubre pasado, la mayoría de las provincias, incluida Salta, convalidaron la eliminación prácticamente total del Impuestos a las Ganancias, sobre el que una parte de esa recaudación se coparticipaba.
La merma de recursos fue compensada, en parte, con las llamadas transferencias no automáticas, que son los aportes del tesoro nacional que se otorgan de manera discrecional. En ese ítem, el Gobierno provincial recibió el año pasado $45.832 millones, casi un 32% más que en 2022 (en términos reales). La mala noticia, para quienes están a cargo de la economía salteña, es que esas partidas se cortaron con la nueva presidencia y no hay definiciones sobre si seguirán. Ya en diciembre cayeron un 21,7% en la comparación con el mismo mes del año anterior.
Cada vez menos
El panorama se puso peor este año. Un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en base a datos oficiales, da cuenta que Salta fue la segunda provincia, por detrás de Buenos Aires, donde más cayeron las transferencias automáticas de Nación en la primera mitad de enero. La merma interanual en ese período fue del 7,8%.
"De consolidarse esta dinámica de la coparticipación debido a que se mantiene vigente la reciente reforma de ganancias, entre otras cosas, con esta importante caída de financiamiento las provincias se verán enfrentadas a la disyuntiva de reducir el gasto en una proporción equivalente o incrementar el déficit durante el presente año", alertaron en el Iaraf.
En el Gobierno provincial ya acusaron el golpe. En una entrevista con El Tribuno, el ministro de Economía, Roberto Dib Ashur, explicó que Nación debe más de $9.000 millones en certificaciones de obra pública (trabajos ya realizados). Dijo, además, que en transferencias no automáticas, como el incentivo docente, refacción de escuelas, subsidios a transporte, comedores, energía y programas de salud, se adeuda unos $47.000 millones.
Y en cuanto al Impuesto a las Ganancias, recordó que representaba $50 mil millones por año para Salta.
Sumados esos tres ítems da unos $106 mil millones, una sexta parte del Presupuesto provincial 2023, que, por cierto, está vigente.