“Tuve frío y me abrigaste” es una campaña solidaria que inició la Asociación Hermanos en la Calle, destinada a recolectar abrigo para que las personas en situación de calle, puedan afrontar la temporada de bajas temperaturas. Es por eso, que solicitan colaboración de todo tipo de ropa de abrigo, frazadas, calzados, ya que es lo que más necesitan. También, reciben elementos descartables, insumos y todo lo que se pueda aportar para realizar la comida que todos los viernes salen a entregarles en bandejas.
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“Tuve frío y me abrigaste” es una campaña solidaria que inició la Asociación Hermanos en la Calle, destinada a recolectar abrigo para que las personas en situación de calle, puedan afrontar la temporada de bajas temperaturas. Es por eso, que solicitan colaboración de todo tipo de ropa de abrigo, frazadas, calzados, ya que es lo que más necesitan. También, reciben elementos descartables, insumos y todo lo que se pueda aportar para realizar la comida que todos los viernes salen a entregarles en bandejas.
Se trata de una acción que se hace a pulmón y es impulsada por un grupo de 20 voluntarios, entre ellos dos jóvenes y el resto adultos mayores. Según contaron buscan acompañar a personas que son “invisibles para la sociedad y el estado”.
Los interesados en colaborar pueden comunicarse con Lucia Bernel, integrante y voluntaria al 155982845 o encontrarlos en Instragram y Facebook como: “Hermanos en la Calle”.
En diálogo con El Tribuno, Lucia Bernel, integrante de la Asociación, contó: “Somos voluntarios que antes estábamos dentro de Cáritas, luego nos separamos y armamos la Asociación. Somos unas 20 personas las que formamos parte de este grupo, dos jóvenes y el resto adultos mayores”. Y detalló: “Salimos todos los viernes a partir de las 22, a acompañar a las personas en situación de calle. Trabajamos dividiendo las responsabilidades, unos se encargan de cocinar y otros de salir hacer las entregas”.
La joven voluntaria, comentó que solicitan sobre todo abrigo, frazadas, pantalones y calzados. Y que debido al contexto en el que viven, muchas personas que viven en la calle, se encuentran enfermos, resfriados o con dengue. “Nosotros intentamos gestionarles los trámites para el médico y también de DNI, ya que también hay varios indocumentados. Es por eso que es muy importante ayudarlos. A medida que vamos juntando cosas las vamos a ir entregando, hasta el momento tenemos algo pero es poco”, sostuvo.
Luego, dijo que se trata de una acción de corazón y para ayudar al prójimo: “A mi me genera muchos aprendizajes y un impacto muy grande. Hay muchas realidades que viven estas personas, que son ignoradas, maltratadas, a pesar de que tienen un potencial enorme”.
Respecto a los motivos que los llevaron a vivir en indigencia, Bernel destacó que muchos quedan en la calle, por su entorno de abandono, la difícil situación económica y las adicciones. “Sabemos que pueden generar miedo, pero son personas respetuosas. Nosotros siempre vamos a verlos sin ningún tipo de seguridad porque son inofensivos”.
Y describió con entusiasmo: “Es un trabajo gratificante, para preparar las bandejas de comida que les acercamos nos vamos turnando. La mayoría de los voluntarios viajamos en colectivo con las bandejas, así que es todo un tema trasladarlas. Casi siempre logramos hacer unas 50 bandejas, pero no es suficiente, siempre falta. Cuando las entregamos, nos quedamos a cenar y compartir con ellos, la verdad es que se ponen felices. Cada viernes nos esperan”.
En la mayoría de los casos se trata de hombres, que viven en distintas calles de la ciudad, como España, Parque San Martín y por todo el centro. Según aportaron los voluntarios de la Asociación hay personas de Salta, y también de diferentes provincias y países como España. En tanto, otros son de Rosario, Rio Gallegos, Chaco y Cachi.
Por otro lado, Bernel, resaltó: “Notamos que aumento la cantidad de personas en situación de calle. Lo que los lleva a eso, es la situación de pobreza, familiar y las adicciones. Sobre todo son hombres en un rango de 16 a 35 años, si hay algunos adultos mayores pero son pocos. Creemos que se acrecentó por la situación económica y porque hubo un aumento en el consumo de sustancias. Ojalá el estado pudiera ayudarlos”.
“Nosotros aportamos nuestro granito de arena, les cocinamos milanesas con arroz, fideos con salsa, guisos, y lo que se pueda. Cada uno pone algo de dinero para comprar las cosas y hay personas que nos donan, con eso compramos los descartables de plástico y los insumos. Más que nada lo que hacemos es acompañarlos, ellos nos cuentan sus cosas y no se sienten tan solos. Desde ya agradezco a todos los que pueden colaboran y están invitados a sumarse a este grupo, es muy lindo lo que se genera”, finalizó la voluntaria.