Adriana Colliard es profesora universitaria en Educación Física, y se especializó en neurociencia aplicada al movimiento humano, yoga, yoga dinámico, yoga aéreo, pilates, entrenamiento funciona, control motor.
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Adriana Colliard es profesora universitaria en Educación Física, y se especializó en neurociencia aplicada al movimiento humano, yoga, yoga dinámico, yoga aéreo, pilates, entrenamiento funciona, control motor.
“Te tengo muchas especializaciones, ya que me dedico esta profesión hace más de 20 años”, aclaró Adriana que desde hace algunos años impulsa la práctica de yoga aéreo en Salta.
“Enseño actualmente yoga yoga, dinámico, yoga restaurativo para la tercera edad o personas con algún impedimento de alguna movilidad o algún problema motriz. El yoga aéreo es una practica contemporáneo, que recién se comenzó a difundir en Sudamérica. En Europa y Estados Unidos ya lleva años, pero lo que es acá Sudamérica y más en Argentina hace muy poquito. Te diría que no más de cinco o seis años”, contó la instructora.
El yoga aéreo se trabaja sobre una hamaca. Es una practica en suspensión donde uno eleva el cuerpo, mediante diferentes posturas de yoga. “Se lleva el yoga a la hamaca, pero si con la diferencia de que en el piso, el suelo nos sostiene. Ese es el límite. En la hamaca, no. Al estar en suspensión, queda juego del alumno la estabilidad, el equilibrio son dos cosas diferentes y la fuerza. La fuerza es un trabajo progresivo, hay que trabajar la fuerza de brazos, y eso se va sacando de a poco”, detalló Adriana.
La profesora explica que un lado está el yoga aéreo postural, donde se trabaja en las posiciones de una forma tranquila y suave. “Después tener la parte que es como más un poco más acrobática bien donde se hacen figuras en la tela”, agregó.
En esta etapa se pueden realizar figuras bajas, medias y altas, dependiendo la altura que la persona ocupe en la hamaca.
En una postura baja sería del piso a la hamaca, media es sentada y alta cuando la persona ya logra pararse en la hamaca. “Todo eso es progresivo y se va adquiriendo a en la medida que la persona tiene continuidad en las clases”, aclaró.
Los beneficios del yoga aéreo
El primero de los beneficios es la estabilidad. “Si llevamos esto al campo de la neurociencia, lo podemos llevar al campo de la propiocepción, qué significa eso? Que yo puedo trabajar mi cuerpo en suspensión y eso le va a quitar peso y presión a mis articulaciones. Principalmente a la columna, a la cadera, a los hombros”, detalló la profesora.
Otros de los beneficios son la fuerza, y “algo muy lindo que es divertido como volver a ser niños, a quién no le gusta jugar en la hamaca”.
n cuánto a las limitaciones, Adriana Colliard agregó que en el clases de yoga aéreo se trabajan los condicionamientos físicos, y se avanza en forma progresiva con las figuras. La edad tampoco es un límite, porque se adapta el entrenamiento a las posibilidades de los alumnos.
La clases de Adriana se dictan en barrio Santa Ana I, en avenida Lisando Latorre 180, y también pueden seguir los talleres y los datos de las clases en @adrycolliard