La adhesión al paro del sindicalismo opositor fue según quien la miraba ayer: para los gremialistas la inactividad "fue total", mientras que el Gobierno nacional descalificó la jornada: "No se puede decir que lo que ocurrió fue un paro general, ni mucho menos un paro nacional", dijo el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Al final de la protesta de 24 horas, dos conclusiones aparecían como evidentes: que el Gobierno y los gremios opositores quedaron más alejados y que los reclamos que dieron forma a la protesta (reabrir paritarias, subir el piso de ganancias, frenar la inflación y la inseguridad) no tendrán una respuesta inmediata desde la Casa Rosada.
"Como va a ser un paro general o un paro nacional, si los metalúrgicos trabajan; los textiles trabajan, los trabajadores de la construcción trabajan, la administración pública funcionó con normalidad, el transporte de pasajeros funcionó y la mayoría del comercio funciono normalmente", lanzó el ministro Tomada, en las primeras horas de la tarde, a modo de evaluación.
Acusó a las dos CGT opositoras (la Azopardo que lidera Hugo Moyano, y la Azul y Blanca que encabeza Luis Barrionuevo) y a la CTA encabezada por Pablo Micheli, de haber convocado al paro para "producir un lógico daño económico (al país), todos sabemos lo que implica una medida de este tipo. Pero no lo han logrado", sostuvo.
Según los números de Tomada, en el conurbano bonaerense y la Capital es donde más se sintió la medida con un 55 a 60 por ciento de adhesión.
En cambio, en el resto del país el acatamiento fue bajo: 20% en la zona centro y Cuyo, 35% en la región pampeana, 15% en el NEA, 75% en el NOA y 65% en la zona austral del país.
La versión de las CGT
El paro "tuvo una contundencia muy importante" a pesar de que "el Gobierno utilizó todo el aparato estatal para impedir o debilitar esta jornada", evaluó Moyano en conferencia.
Junto a Barrionuevo, el líder camionero subrayó: "Nos sentimos satisfechos porque hemos interpretado la voluntad de la gente".
Los gremios opositores rechazaron la versión oficial de que la adhesión fue baja, y estimaron que a la jornada de protesta se sumaron entre el 80 y el 90 por ciento de los trabajadores.
Según Barrionuevo, los colectivos circularon en la Capital "con muy pocas personas" a bordo.
Sin embargo, el hecho de que hubo transporte de pasajeros en ómnibus fue determinante para bajarle el tono al paro en todo el mapa argentino.
Lo más visible fueron los piquetes en la Capital Federal y sus réplicas en las provincias.
AGUSTÍN ROSSI: “Un fracaso absoluto”
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, sostuvo ayer que el paro convocado por la CGT Azopardo y la CGT Azul y Blanca “es un fracaso absoluto” y aseguró que la medida “representa a un porcentaje mínimo de trabajadores”. Rossi señaló que “paros eran los de (Saúl) Ubaldini en donde uno salía a la calle y no había ni un bar abierto para tomar un café”. Remarcó que “en el interior del país la medida no tuvo efecto y la actividad fue normal: los chicos fueron a la escuela y se trabajó como un día cualquiera”.
HUMBERTO TUMINI: “Presidenta, escuche”
El titular del Movimiento Libres del Sur, Humberto Tumini, afirmó ayer que el paro “una vez más ha sido contundente”, y le recomendó a la presidenta Cristina Fernández que “escuche a la sociedad y a la oposición sin descalificarla sistemáticamente”. “El paro ha sido contundente. No obstante la respuesta del Gobierno fue la misma de siempre: en este país -supuestamente- estamos de maravillas, la inflación está bajando, el empleo se mantiene, la pobreza casi no existe y los salarios son muy buenos”, apuntó.
OSCAR ROMERO: “Un paro no se hace asustando
El diputado kirchnerista y secretario gremial de Smata, Oscar Romero, criticó los cortes y piquetes que se realizaron ayer con motivo del paro nacional convocado por el sindicalismo opositor y sostuvo que el único objetivo que tuvieron fue “demorar y hasta imposibilidad que miles de trabajadores concurrieran a trabajar‘. El dirigente resaltó que “un paro no se realiza asustando y prohibiéndoles a los trabajadores concurrir a sus lugares de trabajo. Un paro se hace desde la convicción y el convencimiento”.
Forcejeos en un piquete en la Capital
El corte de tránsito en el Puente Pueyrredón fue el más conflictivo, porque hubo forcejeos entre los manifestantes y la Prefectura e incluso se lanzaron gases lacrimógenos.
Hubo transporte y la gente fue a trabajar
La abstención de la UTA, el gremio de los choferes, al paro permitió que millones de argentinos trabajaran en todo el país. En la foto: colectivos circulando por avenida 9 de Julio.
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La adhesión al paro del sindicalismo opositor fue según quien la miraba ayer: para los gremialistas la inactividad "fue total", mientras que el Gobierno nacional descalificó la jornada: "No se puede decir que lo que ocurrió fue un paro general, ni mucho menos un paro nacional", dijo el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Al final de la protesta de 24 horas, dos conclusiones aparecían como evidentes: que el Gobierno y los gremios opositores quedaron más alejados y que los reclamos que dieron forma a la protesta (reabrir paritarias, subir el piso de ganancias, frenar la inflación y la inseguridad) no tendrán una respuesta inmediata desde la Casa Rosada.
"Como va a ser un paro general o un paro nacional, si los metalúrgicos trabajan; los textiles trabajan, los trabajadores de la construcción trabajan, la administración pública funcionó con normalidad, el transporte de pasajeros funcionó y la mayoría del comercio funciono normalmente", lanzó el ministro Tomada, en las primeras horas de la tarde, a modo de evaluación.
Acusó a las dos CGT opositoras (la Azopardo que lidera Hugo Moyano, y la Azul y Blanca que encabeza Luis Barrionuevo) y a la CTA encabezada por Pablo Micheli, de haber convocado al paro para "producir un lógico daño económico (al país), todos sabemos lo que implica una medida de este tipo. Pero no lo han logrado", sostuvo.
Según los números de Tomada, en el conurbano bonaerense y la Capital es donde más se sintió la medida con un 55 a 60 por ciento de adhesión.
En cambio, en el resto del país el acatamiento fue bajo: 20% en la zona centro y Cuyo, 35% en la región pampeana, 15% en el NEA, 75% en el NOA y 65% en la zona austral del país.
La versión de las CGT
El paro "tuvo una contundencia muy importante" a pesar de que "el Gobierno utilizó todo el aparato estatal para impedir o debilitar esta jornada", evaluó Moyano en conferencia.
Junto a Barrionuevo, el líder camionero subrayó: "Nos sentimos satisfechos porque hemos interpretado la voluntad de la gente".
Los gremios opositores rechazaron la versión oficial de que la adhesión fue baja, y estimaron que a la jornada de protesta se sumaron entre el 80 y el 90 por ciento de los trabajadores.
Según Barrionuevo, los colectivos circularon en la Capital "con muy pocas personas" a bordo.
Sin embargo, el hecho de que hubo transporte de pasajeros en ómnibus fue determinante para bajarle el tono al paro en todo el mapa argentino.
Lo más visible fueron los piquetes en la Capital Federal y sus réplicas en las provincias.
AGUSTÍN ROSSI: “Un fracaso absoluto”
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, sostuvo ayer que el paro convocado por la CGT Azopardo y la CGT Azul y Blanca “es un fracaso absoluto” y aseguró que la medida “representa a un porcentaje mínimo de trabajadores”. Rossi señaló que “paros eran los de (Saúl) Ubaldini en donde uno salía a la calle y no había ni un bar abierto para tomar un café”. Remarcó que “en el interior del país la medida no tuvo efecto y la actividad fue normal: los chicos fueron a la escuela y se trabajó como un día cualquiera”.
HUMBERTO TUMINI: “Presidenta, escuche”
El titular del Movimiento Libres del Sur, Humberto Tumini, afirmó ayer que el paro “una vez más ha sido contundente”, y le recomendó a la presidenta Cristina Fernández que “escuche a la sociedad y a la oposición sin descalificarla sistemáticamente”. “El paro ha sido contundente. No obstante la respuesta del Gobierno fue la misma de siempre: en este país -supuestamente- estamos de maravillas, la inflación está bajando, el empleo se mantiene, la pobreza casi no existe y los salarios son muy buenos”, apuntó.
OSCAR ROMERO: “Un paro no se hace asustando
El diputado kirchnerista y secretario gremial de Smata, Oscar Romero, criticó los cortes y piquetes que se realizaron ayer con motivo del paro nacional convocado por el sindicalismo opositor y sostuvo que el único objetivo que tuvieron fue “demorar y hasta imposibilidad que miles de trabajadores concurrieran a trabajar‘. El dirigente resaltó que “un paro no se realiza asustando y prohibiéndoles a los trabajadores concurrir a sus lugares de trabajo. Un paro se hace desde la convicción y el convencimiento”.
Forcejeos en un piquete en la Capital
El corte de tránsito en el Puente Pueyrredón fue el más conflictivo, porque hubo forcejeos entre los manifestantes y la Prefectura e incluso se lanzaron gases lacrimógenos.
Hubo transporte y la gente fue a trabajar
La abstención de la UTA, el gremio de los choferes, al paro permitió que millones de argentinos trabajaran en todo el país. En la foto: colectivos circulando por avenida 9 de Julio.