La reserva natural del Club Amigos de la Montaña, ubicada al lado del dique Campo Alegre, nuevamente está en peligro.
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La reserva natural del Club Amigos de la Montaña, ubicada al lado del dique Campo Alegre, nuevamente está en peligro.
El pasado 8 de mayo realizaron una presentación en la subcomisaría de La Caldera en donde denunciaron la rotura de los alambrados del predio y la presencia de animales vacunos dentro del predio de la reserva.
La presentación realizada ante la Policía de la Provincia lleva la firma de Helena Bustamante, del Club Amigos de la Montaña.
"Son puesteros del lugar que tienen la costumbre de hacer comer a sus animales en la reserva. Es como que no aceptan que ese lugar ya es una propiedad privada y creen que sigue siendo tierras fiscales. Desde hace mucho tiempo que el Gobierno de Salta cedió al club ese espacio para reforestar el monte nativo. Nosotros recurrimos a financiamiento externo para poder hacerlo y es un trabajo que tiene un seguimiento por años. Entonces necesitamos más seguridad", dijo Graciela Isasmendi.
La reserva se encuentra emplazada a orillas del dique Campo Alegre, limitando con la costa de uso público. Esta situación, además del ingreso de animales para pastaje, a lo largo de los años generó una preocupación constante, ya que algunas personas que acampan para pasar el día o pescar ingresan sin autorización a la reserva para cortar árboles y robar leña para realizar fogatas. Estas prácticas dañan la flora y las forestaciones realizadas, como así también ha generado incendios en algunas oportunidades.
"Nosotros pedimos a la Policía de la Provincia que busquemos la forma de cuidar y controlar mejor una propiedad que es privada. Al intendente de La Caldera, Diego Sumbay, también le pedimos que se haga un trabajo con la gente del lugar y con los que vienen a pasar los fines de semana. Esperamos alguna respuesta positiva", concluyó Isasmendi.
El Club Amigos de la Montaña es una institución civil sin fines de lucro, fundada en 1956. Está conformada por miembros que comparten un especial interés en el contacto directo con la naturaleza.
A partir de este interés y el de inculcar junto a la práctica del montañismo la necesidad de la protección del medio ambiente se concibió la idea de crear una reserva forestal y de fauna, para lo cual destinaron esfuerzos que permitieron concretarla en el año 1991. La Ley Provincial 6627/91 otorgó al club la oportunidad de adquirir una superficie de 100 hectáreas del Estado provincial, ubicadas en el perilago del embalse Ingeniero Alfonso Peralta, conocido como dique Campo Alegre, para su creación.
En 1994 se declaró a la reserva de interés provincial (Decreto 460/94) y al incorporarse, en el año 2011, al Sistema Provincial de Áreas Protegidas de la Provincia de Salta (Sipap) se convirtió en la primera reserva privada provincial.
Desde sus inicios se realizaron plantaciones con árboles nativos, pero esta actividad tuvo un fuerte impulso a partir del año 2010 con la donación de fondos de una ONG alemana para reforestar 50 hectáreas con especies autóctonas. A partir de entonces, y gracias a la Ley 26331 de protección de bosques nativos, se ha podido contar con financiación para realizar y ejecutar el Plan de Manejo de la Reserva y la contratación de guardaparques. Si bien estos fondos han permitido avanzar considerablemente en el cuidado de la reserva, la demora en la entrega de los fondos hace indispensable el trabajo y el aporte permanente de los socios. Como así también recurrir a otros subsidios para poder solventar el mantenimiento.
El otro grave problema es la basura dejada en la costa por algunos visitantes que contamina no sólo visualmente, sino que afecta la fauna existente y es un peligro para la gente.
El fuego es otro de los peligros
Hoy, el monte nativo de la reserva está en peligro por los animales y porque se viene la temporada seca en donde hacer un asado o una fogata constituye un gran peligro por los incendios forestales.
Desde el club han realizado gestiones en distintas reparticiones que pudieran tener injerencia en esta problemática para pedir una reglamentación que prohiba la realización de fogatas en la costa. Con el fin de aportar a la prevención y lucha contra el fuego, en el 2017 el club donó equipamiento a la Asociación de Bomberos Voluntarios de La Caldera.