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La eliminación de Boca Juniors ante Atlético Tucumán en los 16avos de final de la Copa Argentina encendió todas las alarmas en el mundo Xeneize. Y la reacción llegó rápido: un grupo de hinchas lanzó una convocatoria para este jueves a las 19, frente a La Bombonera, para exigir la renuncia de Juan Román Riquelme como presidente y la disolución del Consejo de Fútbol, integrado por Marcelo Delgado, Chicho Serna y Alfredo Cascini.
El banderazo, promovido a través de redes sociales, se viralizó en cuestión de horas y se convirtió en tendencia nacional, acompañado por el hashtag #AndateRiquelme. Los organizadores llaman a concentrarse en Brandsen 805, la mítica sede de Boca, aunque saben que el presidente rara vez pisa ese lugar: Riquelme trabaja habitualmente en el Boca Predio de Ezeiza.
La eliminación de anoche no fue una más: además de ser un nuevo golpe futbolístico, dejó a Boca casi sin chances de clasificar a la Copa Libertadores 2026. La Copa Argentina era una de las vías más accesibles para llegar al máximo torneo continental, y con este traspié el equipo se encamina a quedar afuera por tercer año consecutivo, algo que no sucedía desde hace décadas.
El equipo, dirigido actualmente por Miguel Ángel Russo, mostró una imagen preocupante y terminó cayendo ante el Decano tucumano dejano una pobrísima imagen. Para muchos hinchas, la eliminación es la gota que rebalsó el vaso en una gestión que, aseguran, se ha caracterizado por improvisación, favoritismos y una alarmante falta de resultados deportivos.
“Queremos que se vayan todos, están destruyendo el club”, escribieron algunos usuarios en X (ex Twitter). Aunque la protesta no cuenta con apoyo de agrupaciones ni barras, el mensaje comienza a encontrar eco en las tribunas, donde el clima empieza a cambiar de respaldo incondicional a crítica abierta.
Desde el oficialismo, por ahora, no hay declaraciones públicas. Sin embargo, fuentes cercanas a la conducción minimizaron el alcance del banderazo y aseguran que la base de socios sigue respaldando a Riquelme, pese a los recientes fracasos.
En paralelo, el Consejo de Fútbol -una de las estructuras más resistidas por los hinchas- está en el centro del debate. Acusado de manejar el club como un vestuario cerrado, con decisiones poco transparentes y una gestión deportiva que no da resultados, el Consejo hoy representa, para muchos, el principal obstáculo para el resurgir futbolístico del Xeneize.
Queda por ver si este banderazo se traduce en una verdadera señal de ruptura o si queda solo en el terreno virtual. Lo concreto es que, tras otro papelón deportivo, Boca navega sin rumbo y con cada vez más voces pidiendo cambios profundos.