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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rechazó ayer la propuesta de Hamás de poner "fin a la guerra" en Gaza a cambio de la liberación, en tres fases, de todos los rehenes, lo que provocó una nueva protesta de los familiares de los cautivos.
"Rechazo de plano las condiciones de rendición de los monstruos de Hamás", afirmó Netanyahu en un vídeo difundido por su oficina, en una aparente respuesta a las informaciones surgidas ayer sobre una nueva propuesta de acuerdo mediada por Catar y Egipto.
Según Netanyahu, a cambio de la liberación de todos los rehenes, Hamás exige "el fin de la guerra", la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza, la liberación de "todos los asesinos y violadores de Nuhkba" (fuerza de élite del ala militar de Hamás) y dejar a Hamás intacto.
Frente a la negativa rotunda de Netanyahu, algunas de las familias de los secuestrados marcharon anoche hacia la residencia del primer ministro israelí, en el barrio de Rehavia en Jerusalén, donde decidieron acampar a modo de protesta.
"Mi hija no sólo murió, sino que murió bajo vuestra supervisión", dijo ante los medios y manifestantes Orrin Gantz, la madre de la joven Eden Zacharia, secuestrada y muerta en cautiverio a los 28 años.
Para Netanyahu, un alto al fuego ahora significaría en el futuro "otro 7 de octubre", según dijo en su discurso, en referencia al brutal ataque de Hamás en suelo israelí, que dejó más de 1.200 muertos y 240 secuestrados.
Se estima que unas 136 personas continúan cautivas en Gaza desde ese día, si bien al menos 27 de ellas ya estarían muertas, algunas por fuego israelí, según las últimas informaciones oficiales y vídeos propagandísticos distribuidos por Hamás en Telegram.
Ya la noche del día 19, viernes, algunos familiares acamparon frente a la segunda residencia de Netanyahu, en la ciudad israelí de Cesarea, donde el mandatario suele pasar fines de semana.