Un 18 de marzo de 1934, el pueblo de San Pedro y habitantes que llegaban desde otros puntos de la selvática geografía jujeña, utilizando como vía de comunicación la ruta nacional 34, celebraban uno de los acontecimientos más importantes para aquella época, como lo fue la inauguración del puente Emilio Lozano, más conocido como puente San Pedro.
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Un 18 de marzo de 1934, el pueblo de San Pedro y habitantes que llegaban desde otros puntos de la selvática geografía jujeña, utilizando como vía de comunicación la ruta nacional 34, celebraban uno de los acontecimientos más importantes para aquella época, como lo fue la inauguración del puente Emilio Lozano, más conocido como puente San Pedro.
Este acontecimiento, quedó registrado en las principales páginas de los diarios provinciales y nacionales, por la trascendencia de la obra concretada. Las páginas de la historia dan cuenta, que todos los vecinos de San Pedro, Santa Bárbara y de los lotes azucareros de la Mendieta y La Esperanza, llegaron con sus camiones cargados de bolsas de arena y de piedras, subiéndose arriba, para probar la resistencia de la estructura del tan ansiado puente, imagen que hoy, las presentes generaciones pueden contemplar, gracias a la labor de otra de las personalidades que tuvo san Pedro como lo fue uno de los grandes fotógrafos don Ezequiel Ruiz.
Hoy, a 81 años de aquella gesta, lograda a base de esfuerzo, sacrificio e innumerables gestiones por parte de un visionario llamado Emilio Lozano, el viejo e histórico puente sucumbe en el más injusto olvido, quedando aún saldar la deuda más grande, con la imposición oficial y la colocación de carteles identificatorios designándolo con su verdadero nombre.
Bueno sería también, que desde el Concejo Deliberante se informe el destino que tuvo aquel proyecto de ordenanza presentado hace 10 años, en el que se solicitó que el viejo puente Emilio Lozano, sea declarado patrimonio histórico, porque desde aquel mes de junio de 2005, nada se hizo al respecto.
Lo cierto es que el viejo puente, sigue de pie, resistiéndolo todo, el olvido, el saqueo de todas sus barras metálicas de contención, las quemas que se realizan en ambas márgenes durante los reclamos y cortes de ruta y hasta hace unos días, las embravecidas crecientes del río Grande.
Su historia
Retrotrayéndonos en el tiempo, la historia cuenta que si bien el antiguo puente San Pedro fue conocido y transitado, su origen permanece en el más completo anonimato.
Esta obra fue gestionada pacientemente desde 1923, por don Emilio Lozano, vecino de Santa Bárbara y San Pedro, quien formuló muchísimos petitorios al Gobierno Nacional, en pos de esta construcción.
Entre los fundamentos de su pedido, figuraba el grave peligro que representaba el cruce del cauce, ya que desde el año 1906 en adelante, habían perecido más de 120 personas. Ante tales antecedentes registrados con documentación, la construcción del puente, era sin dudas una obra de gran necesidad, que además contribuiría al crecimiento económico de la región.
En febrero de 1923, el visionario vecino, comenzó con las gestiones que le llevarían más de diez años. Finalmente, y luego de tantos trámites y luchas sostenidas, de puertas golpeadas y ante todo, la unión de toda una comunidad, un 18 de marzo de 1934, quedaba oficialmente inaugurado el Puente San Pedro. Desde entonces, se constituyó en uno de los símbolos que identificaron a la ciudad.
En silencio soportó inmutable, los embates del tiempo y de la naturaleza. Lamentablemente también, con el paso de los años, fue víctima de reiterados hechos vandálicos que lo despojaron poco a poco de las vallas de contención, dejándolo con un aspecto de total abandono.
Hoy como ayer, la comunidad vuelve a hacer público el llamado a las autoridades para que le devuelvan al antiguo puente Emilio Lozano, el esplendor que un día tuvo.