En tanto que Eduardo Rubén Calisaya, quien al momento de los hechos era jefe de guardia del "Grupo Purmamarca" de Gendarmería Nacional, recordó que el día de los hechos subió al colectivo que lo tenía que llevar a ese lugar en la terminal, y que "en la rotonda" subieron Olivares y Monje, quienes se ubicaron en "la parte de adelante" del micro y que el estaba en el medio.
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En tanto que Eduardo Rubén Calisaya, quien al momento de los hechos era jefe de guardia del "Grupo Purmamarca" de Gendarmería Nacional, recordó que el día de los hechos subió al colectivo que lo tenía que llevar a ese lugar en la terminal, y que "en la rotonda" subieron Olivares y Monje, quienes se ubicaron en "la parte de adelante" del micro y que el estaba en el medio.
Le recordaron que había declarado que lo único que se acordaba del 5 de marzo del 2005 es que había subido el gendarme Acosta.
Luego se contradijo y señaló: "ví que Monje bajó del micro, pero no se donde subió", como también dijo "no recuerdo haber declarado ver a Tapia y Castillo saliendo de la guardia" y dio un detalle importante al decir que el colectivo "iba medio vacío y había asientos".
Justamente ésto se contradice con lo declarado por Monje y Olivares, que habían señalado que el colectivo estaba lleno y como no había asientos se sentaron en la parte de atrás, donde quedaba como un baño en desuso.
Para finalizar llegaron los testimonios de los gendarmes Cristian Daniel Acosta e Ivan Francisco Soto, quien coincidieron con sus dichos, en horarios y lugares, con la teoría de que Monje y Olivares se encontraban en casa del también gendarme Amarilla, junto a las testigos Verónica Vanesa Canevari y Marisol Ballesteros, y luego de eso ambos se cambiaron en sus respectivos domicilios para irse a tomar el colectivo en avenida Savio.