En el marco del Congreso se reunió en forma extraordinaria el Comisión Regional de Ciencia y Tecnología del Noroeste argentino (Crecid) Noa que está conformado por las provincias del NOA, donde se abordó el estado de avance de los aportes de cada uno al proyecto regional ya aprobado que espera financiación.
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En el marco del Congreso se reunió en forma extraordinaria el Comisión Regional de Ciencia y Tecnología del Noroeste argentino (Crecid) Noa que está conformado por las provincias del NOA, donde se abordó el estado de avance de los aportes de cada uno al proyecto regional ya aprobado que espera financiación.
Se trata de un compromiso que cada provincia aporta al proyecto regional, cuyos avances se expusieron y será el que se presentará al Consejo Federal de Ciencia y Tecnología de la Nación, que aporta el financiamiento.
Así lo informó Andres Ahumada de la Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de Catamarca, explicando que el Crecid Noa se reúne paralelamente a la Mesa de Quinua. En este sentido Tucumán realiza un ensayo de 9 poblaciones con los rendimientos de cada una para saber cuál habría que difundir; y la Rioja trabajando en la desaponización de la semilla.
Mientras Catamarca está trabajando en la mecanización del grano del pericarpio a cáscara para facilitar la manipulación de semillas, al tratarse de una tarea limitante en quinua, enfocada a la agricultura familiar y minifundista.
"Si bien hay prototipos que el Ipaf está desarrollando, lo que queremos es adaptar alguno de los prototipos para poder llevarlos a la zona de producción de Catamarca, Santa María y Belén", afirmó detallando que se beneficiarían dos cooperativas.
En el caso de la Mesa de Quinua, el Secretaría de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva local Daniel Roisinblit explicó, "Lo que financia Jujuy es la instalación en seis hectáreas de predios individuales, de incorporar tecnología para hacer bombeo de agua y riego con energía solar, y el uso de boyeros eléctricos para proteger el cultivo". Se trata de una aplicación a modo de prueba demostrativa en virtud de la limitante del agua entre los productores; y la innovación está vinculada a la práctica porque el agricultor no accede al equipamiento e infraestructura necesario, por lo que se prevé también analizar la eficiencia económica, la recuperación de la inversión para que sea aplicable.
Se prevé trabajar con distintos productores en sus parcelas y hacer un uso eficiente del recurso hídrico para maximizar las posibilidades de desarrollo de la quinua ( hasta 3 toneladas por hectárea) y la mejora del agricultor familiar. Al tratarse de pequeños productores se pretende que mejoren la calidad productiva y no dejen los otros cultivos, y que la quinua sea incorporada al consumo familiar.