En una noche donde no faltaron todas las emociones, se vivió la entrega y la ceremonia del VI Premio Ledesma de Pintores Jujeños 2015.
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En una noche donde no faltaron todas las emociones, se vivió la entrega y la ceremonia del VI Premio Ledesma de Pintores Jujeños 2015.
La gala que tuvo muchos protagonistas fue impecable. Los artistas plásticos lograron celebrar la cercanía de un encuentro más, reunidos con la intención de participar de una velada tan esperada.
La noche fue especial porque a congregarse los creativos dejaron ver las ramas que tiene la misma sangre artista y los subgrupos que la componen, logrando reconocerse entre ellos a través del reflejo de sí mismos que proyectaron con sus pinturas.
Las mismas que hablan por ellos y que se proponen como mirada única y seguramente irrepetible de la temática elegida para exhibir.
Entonces cada una de las piezas y sus creadores que brillaron otra vez, estaban allí. Después de dos años el Salón Ledesma para pintores volvía a retomar vuelo propio y su convocatoria estaría a la altura. Y fue un éxito.
Los pareceres, gustos y pensamientos estaban todos juntos aquella noche en movimiento. Las voces se confundían en el salón lleno de gente pero también de pinturas y arte seleccionado.
Hasta que una voz sobresalió de las demás y cobraba más fuerza para presentara los ganadores y romper esa agitación inicial que mezclaba saludos de bienvenida, miradas de reencuentro, manos entrelazadas y algún cigarrillo encendido que se había infiltrado por ahí.
"Hemos llegado a la sexta edición del Salón de Pintores Ledesma y es un importante proyecto institucional que tiene el objetivo de resaltar el arte jujeño" fueron las palabras cargadas de orgullo que el administrador de la empresa Ledesma, Federico Gatti, se encargó de decir ante la mirada atenta de los espectadores en la ocasión.
Entonces su voz seguía diciendo verdades con respecto al objetivo de este certamen. Y el hecho de tener la intención de ser un vehículo donde todos puedan expresar su arte, fue también reafirmado junto a la idea de buscar la mirada del otro constantemente y de tener el agradecimiento presente a las autoridades que oficiaron de jurado calificador para seleccionar a los mejores que fueron Tomás Enrique Bree con el primer premio y el segundo para Ariel Cortéz; el premio revelación (para el artista menor de 30 años) le correspondió a Daniel Dorado y la mención única para Alejandro López.
Asimismo, la mención del jurado fue para los artistas Alejandro Condorí, Ciro Goyechea, Mauro Mendieta, Abel Mamaní y Elsa Flores.
No obstante, el salón no se olvidó de los estudiantes. Ni de hacer hincapié en sus trabajos que son considerados como primeros pasos de gran valor en el camino creativo.
Por este motivo, el primer premio fue para Ángela Farfán y el segundo, para Yolanda Elisa Zamora. El premio a la enseñanza creativa fue para Tomás Bree por la alumna Ángela Farfán y la mención del jurado fue para Melina Itatí Díaz y Esmeralda Jaramillo.
La empresa Ledesma está fuertemente vinculada a la búsqueda y apoyar el arte en la tierra que los vio nacer hace más de 100 años. Creó en los ’80 el salón para exponer obras y en el 2005, esa iniciativa se transformó en el premio Ledesma de Pintores Jujeños, que este año celebraron por sexta vez.
“En esta edición de los premios Ledesma agregamos nuevas distinciones, porque queremos que los jóvenes cuenten con la mirada experta que necesitan un camino posible en el arte y que sus maestros también obtengan como reconocimiento a la tarea de enseñar”, comentó el administrador de la empresa, Federico Gatti en su discurso.