La seguridad de los carroceros constituye una materia pendiente de las autoridades municipales que no han dispuesto la presencia permanente de inspectores de tránsito en la zona del parque cerrado. Sólo lo hacen los días de desfile, lo que resulta insuficiente.
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La seguridad de los carroceros constituye una materia pendiente de las autoridades municipales que no han dispuesto la presencia permanente de inspectores de tránsito en la zona del parque cerrado. Sólo lo hacen los días de desfile, lo que resulta insuficiente.
Por el lugar, a diario, transitan cientos de vehículos, muchos de los cuales lo hacen a gran velocidad, poniendo en peligro la integridad física de los estudiantes.
¿Habrá que esperar una tragedia para que los responsables del tránsito en la ciudad actúen como es de esperar, es decir, previniendo situaciones no deseadas?.
Con la instalación de las carrozas en el parque cerrado, la avenida Santibáñez se ha visto enangostada, por lo que hay que circular con precaución y a baja velocidad, lo que no sucede.
Atendiendo a la escasa educación vial de muchos de los conductores que circulan por el lugar, debieran destinarse de manera permanente inspectores de tránsito que organicen la circulación en procura de evitar accidentes. Una cuestión de sentido común.