El capitán retirado de la Policía bonaerense que el miércoles mató de tres balazos a un asaltante que pretendió ingresar a su casa de Ituzaingó a robar, fue liberado, al considerarse que actuó en "legítima defensa".
El expolicía recuperó su libertad por decisión de la titular de la Unidad Funcional de Instrucción de turno descentralizada de Ituzaingó, Gabriela Millán, quien consideró que actuó en defensa suya y de su esposa.
Los peritajes determinaron que el expolicía alcanzó a vaciar el cargador de su pistola calibre 9 milímetros y que tres de esos disparos dieron en el cuerpo de uno de los ladrones.
El exfuncionario policial habría forcejeado con tres ladrones y con la ayuda de su mujer, logró abatir a un delincuente armado.
Es que en el hecho también participaron otros dos delincuentes que alcanzaron a escapar en una motocicleta que le robaron a un joven que pasaba por el lugar.
El episodio ocurrió pasadas las 23 del miércoles en una casa ubicada en el barrio San Alberto de ese partido del oeste del conurbano bonaerense.
Según las fuentes, todo comenzó cuando el hombre se aprestaba a guardar su vehículo en el garaje de su casa y observó que a pocos metros detuvo su marcha un auto color gris con tres hombres en su interior, dos de los cuales se bajaron armados con intenciones de robo.
El dueño de casa comenzó a forcejear con uno de ellos para evitar que pudieran ingresar a su casa ya que se hallaba el resto de su familia, pero uno de ellos logró cruzar el portón y se dirigió hacia el interior.
Desde la cocina, la esposa del hombre asaltado escuchó los gritos e insultos de su marido y se dio cuenta de que algo malo pasaba, por eso, corrió hasta su dormitorio y extrajo un arma de fuego de su esposo, con la cual amenazó al asaltante y lo obligó a salir de la vivienda.
"Están 'enfierrados', decía el asaltante para alertar a sus cómplices que aún se hallaban en la calle forcejeando con el ex policía.
"En ese momento, le pasé la pistola a mi esposo y él empezó a tirarle a los dos que estaban por subir otra vez al auto", agregó la mujer, quien afirmó que su marido no se dio cuenta que detrás de él había quedado el asaltante que había ingresado a su vivienda y que estaba armado.
"Cuando veo que ese asaltante le apuntaba a mi marido, que estaba de espaldas, me abalancé arriba del delincuente, lo tomé del cuello y levanté su brazo porque estaba por dispararle. Ahí nos caímos los dos y mi esposo y le disparó", dijo la mujer.
El delincuente logró pararse y pretendió correr, pero cayó al piso a los pocos metros y murió, dijeron las fuentes policiales, que aseguraron que recibió tres balazos en el cuerpo.
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El capitán retirado de la Policía bonaerense que el miércoles mató de tres balazos a un asaltante que pretendió ingresar a su casa de Ituzaingó a robar, fue liberado, al considerarse que actuó en "legítima defensa".
El expolicía recuperó su libertad por decisión de la titular de la Unidad Funcional de Instrucción de turno descentralizada de Ituzaingó, Gabriela Millán, quien consideró que actuó en defensa suya y de su esposa.
Los peritajes determinaron que el expolicía alcanzó a vaciar el cargador de su pistola calibre 9 milímetros y que tres de esos disparos dieron en el cuerpo de uno de los ladrones.
El exfuncionario policial habría forcejeado con tres ladrones y con la ayuda de su mujer, logró abatir a un delincuente armado.
Es que en el hecho también participaron otros dos delincuentes que alcanzaron a escapar en una motocicleta que le robaron a un joven que pasaba por el lugar.
El episodio ocurrió pasadas las 23 del miércoles en una casa ubicada en el barrio San Alberto de ese partido del oeste del conurbano bonaerense.
Según las fuentes, todo comenzó cuando el hombre se aprestaba a guardar su vehículo en el garaje de su casa y observó que a pocos metros detuvo su marcha un auto color gris con tres hombres en su interior, dos de los cuales se bajaron armados con intenciones de robo.
El dueño de casa comenzó a forcejear con uno de ellos para evitar que pudieran ingresar a su casa ya que se hallaba el resto de su familia, pero uno de ellos logró cruzar el portón y se dirigió hacia el interior.
Desde la cocina, la esposa del hombre asaltado escuchó los gritos e insultos de su marido y se dio cuenta de que algo malo pasaba, por eso, corrió hasta su dormitorio y extrajo un arma de fuego de su esposo, con la cual amenazó al asaltante y lo obligó a salir de la vivienda.
"Están 'enfierrados', decía el asaltante para alertar a sus cómplices que aún se hallaban en la calle forcejeando con el ex policía.
"En ese momento, le pasé la pistola a mi esposo y él empezó a tirarle a los dos que estaban por subir otra vez al auto", agregó la mujer, quien afirmó que su marido no se dio cuenta que detrás de él había quedado el asaltante que había ingresado a su vivienda y que estaba armado.
"Cuando veo que ese asaltante le apuntaba a mi marido, que estaba de espaldas, me abalancé arriba del delincuente, lo tomé del cuello y levanté su brazo porque estaba por dispararle. Ahí nos caímos los dos y mi esposo y le disparó", dijo la mujer.
El delincuente logró pararse y pretendió correr, pero cayó al piso a los pocos metros y murió, dijeron las fuentes policiales, que aseguraron que recibió tres balazos en el cuerpo.