El proceso de impresora 3 D, Digital Light Processing (DLP), ideada y desarrollada por el jujeño Matías Cosentini, para funcionar lo hace mediante un software libre que en la computadora muestra la imagen que se quiere imprimir y cómo se va materializando cada etapa lentamente.
El aparato tiene una altura de aproximadamente 1,40 metros, de 0,60 m por 0,50 m y en la parte superior es traslúcida como una suerte de caja de acrílico de una apertura superior, dentro hay un recipiente donde va la resina líquida, y allí baja una parte en medio de donde se va generando la pieza impresa mediante la proyección de imágenes que van generando la pieza que sale invertida.
De esta manera se va generando la pieza ante la imagen proyectada, ante los halos de luz, y se va materializando por pequeñas capas y va avanzando lentamente de acuerdo a la resolución, y se va cortando y a la vez se va secando la resina conformándose la pieza. El promedio de impresión es de dos centímetros por hora.
Esta impresora jujeña se diferencia también en el modo de fabricación. Es que por ejemplo la máquina FDM del marcado tiene un proceso que implica pintar una capa toda la pieza, luego vuelve y a diferencia de ello la nueva máquina DLP jujeña tiene uno más sintético y rápido, sin perder precisión y sin importar el tamaño de la pieza que se producirá.
En cuanto al precio del kilo de lo producido, la competencia será también significativa y la jujeña podría ofertarla en alrededor de 800 pesos siendo que la Poli Jet lo hace por 800 dólares, siendo esa máquina norteamericana de la misma calidad y su costo es de 150 mil dólares. La máquina se diferencia también por su calidad y capacidad de producción, ya que los modelos Poli Jet y FDM se caracterizan por producir más lentamente y con una terminación de mayor rugosidad.
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El proceso de impresora 3 D, Digital Light Processing (DLP), ideada y desarrollada por el jujeño Matías Cosentini, para funcionar lo hace mediante un software libre que en la computadora muestra la imagen que se quiere imprimir y cómo se va materializando cada etapa lentamente.
El aparato tiene una altura de aproximadamente 1,40 metros, de 0,60 m por 0,50 m y en la parte superior es traslúcida como una suerte de caja de acrílico de una apertura superior, dentro hay un recipiente donde va la resina líquida, y allí baja una parte en medio de donde se va generando la pieza impresa mediante la proyección de imágenes que van generando la pieza que sale invertida.
De esta manera se va generando la pieza ante la imagen proyectada, ante los halos de luz, y se va materializando por pequeñas capas y va avanzando lentamente de acuerdo a la resolución, y se va cortando y a la vez se va secando la resina conformándose la pieza. El promedio de impresión es de dos centímetros por hora.
Esta impresora jujeña se diferencia también en el modo de fabricación. Es que por ejemplo la máquina FDM del marcado tiene un proceso que implica pintar una capa toda la pieza, luego vuelve y a diferencia de ello la nueva máquina DLP jujeña tiene uno más sintético y rápido, sin perder precisión y sin importar el tamaño de la pieza que se producirá.
En cuanto al precio del kilo de lo producido, la competencia será también significativa y la jujeña podría ofertarla en alrededor de 800 pesos siendo que la Poli Jet lo hace por 800 dólares, siendo esa máquina norteamericana de la misma calidad y su costo es de 150 mil dólares. La máquina se diferencia también por su calidad y capacidad de producción, ya que los modelos Poli Jet y FDM se caracterizan por producir más lentamente y con una terminación de mayor rugosidad.