Los días de 12 y 13 de este mes se realizará la edición número 39 del Festival del Choclo y el Folclore, en Maimará. Ayer se hizo el lanzamiento en el marco de una conferencia de prensa, en la que estuvieron presentes, el secretario de Cultura de la Provincia, Alejandro Aldana; la comisionada municipal de Maimará, Susana Prieto; el responsable de Turismo y Cultura de esa localidad, Alejandro Ocsa, y en representación de los músicos, Becho Riveiro, quien formará parte de la cartelera, en el Centro CulturalCulturarte.
Además actuarán, el sábado Bruno Arias, Fortunato Ramos, Coroico, Franco Barrionuevo, Los Changos del Huaico, El Bandoneón de la Posta, Grupo Sentimiento, Las Voces del Totorayoc, Copleros locales, Nuevo Amanecer, Grupo Pachas, Rapuy, Mily Fernández y Quebradeños.
Para el domingo se prevé la presentación de Coroico, Bruno Arias y Gastón y su Grupo Santa Fe.
Lo interesante fue la presencia de dos de los fundadores del festival, como son Jorge Quispe y Carlos Aparicio, quienes contaron que fueron parte de la primera organización, puesto que la idea del festival del choclo surgió de los fortineros, del Fortín Posta de Hornillos".
Quispe era presidente de los fortineros y Aparicio el secretario, junto a otros lugareños pusieron en marcha el primer festival el 2 de abril de 1977. El fin era homenajear la cosecha, y en aquella primer edición er tal el entusiasmo de la gente, que se concretó con la donación de choclos y otros recursos necesarios, por parte de toda la comunidad. Aparicio explicó además que esto se hizo siempre sin fines de lucro, con el interés puesto en recaudar fondos para instituciones benéficas del pueblo.
Los fortineros se ocuparon de la organización durante tres años, y luego le cedieron la responsabilidad a la comisión municipal. En algunos años estuvo organizado por otras entidades, e incluso en alguna oportunidad se hizo a cargo de la agrupación carnestolenda Casastchok.
Con una sonrisa recordaron anécdotas de cómo debieron sortear algunas cuestiones relacionadas con los compromisos de las empresas que brindaban la bebida, y cómo pudieron pagarle una vez a Cuty y Roberto Carabajal, por la generosidad de un amigo, dado que ni lo de boletería, ni lo de las cantinas, alcanzaba para el cachet.
Desde entonces, ambos acompañaron la organización de este encuentro ya tradicional.
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Los días de 12 y 13 de este mes se realizará la edición número 39 del Festival del Choclo y el Folclore, en Maimará. Ayer se hizo el lanzamiento en el marco de una conferencia de prensa, en la que estuvieron presentes, el secretario de Cultura de la Provincia, Alejandro Aldana; la comisionada municipal de Maimará, Susana Prieto; el responsable de Turismo y Cultura de esa localidad, Alejandro Ocsa, y en representación de los músicos, Becho Riveiro, quien formará parte de la cartelera, en el Centro CulturalCulturarte.
Además actuarán, el sábado Bruno Arias, Fortunato Ramos, Coroico, Franco Barrionuevo, Los Changos del Huaico, El Bandoneón de la Posta, Grupo Sentimiento, Las Voces del Totorayoc, Copleros locales, Nuevo Amanecer, Grupo Pachas, Rapuy, Mily Fernández y Quebradeños.
Para el domingo se prevé la presentación de Coroico, Bruno Arias y Gastón y su Grupo Santa Fe.
Lo interesante fue la presencia de dos de los fundadores del festival, como son Jorge Quispe y Carlos Aparicio, quienes contaron que fueron parte de la primera organización, puesto que la idea del festival del choclo surgió de los fortineros, del Fortín Posta de Hornillos".
Quispe era presidente de los fortineros y Aparicio el secretario, junto a otros lugareños pusieron en marcha el primer festival el 2 de abril de 1977. El fin era homenajear la cosecha, y en aquella primer edición er tal el entusiasmo de la gente, que se concretó con la donación de choclos y otros recursos necesarios, por parte de toda la comunidad. Aparicio explicó además que esto se hizo siempre sin fines de lucro, con el interés puesto en recaudar fondos para instituciones benéficas del pueblo.
Los fortineros se ocuparon de la organización durante tres años, y luego le cedieron la responsabilidad a la comisión municipal. En algunos años estuvo organizado por otras entidades, e incluso en alguna oportunidad se hizo a cargo de la agrupación carnestolenda Casastchok.
Con una sonrisa recordaron anécdotas de cómo debieron sortear algunas cuestiones relacionadas con los compromisos de las empresas que brindaban la bebida, y cómo pudieron pagarle una vez a Cuty y Roberto Carabajal, por la generosidad de un amigo, dado que ni lo de boletería, ni lo de las cantinas, alcanzaba para el cachet.
Desde entonces, ambos acompañaron la organización de este encuentro ya tradicional.