El seleccionado argentino de básquetbol consumó ayer un nuevo triunfo que quedará en la memoria para siempre al derrotar en dos tiempos suplementarios a su par de Brasil por 111 a 107, en partido correspondiente a la cuarta fecha, zona B.
En un estadio Arena Carioca I que tuvo fervor, calor y color sin muestras de la tan temida violencia, el equipo de Sergio Hernández garantizó su clasificación a cuartos de final.
El partido finalizó igualado en 85 en el período regular, mientras que en la primera prórroga también se produjo empate, pero en 95.
El comienzo fue a puro vértigo. Los dos salieron dispuestos a responder ataque por ataque. Con ese panorama, el que tuviera mayor efectividad empezaría a despegar. Así, una ráfaga 8-0 (dos triples incluidos de Nocioni) le permitió a la Argentina pasar al frente 15-10.
El primer período concluyó 28-19 en favor de la Argentina, con un dato que se correspondía claramente con un mejor funcionamiento colectivo: 6-10 en triples.
El segundo cuarto fue completamente distinto. El técnico Magnano mandó a la cancha a Vitor Benite y el escolta fue una verdadera tromba que no pudo ser defendido por un elenco "albiceleste" que mostró huecos atrás.
El compañero de Campazzo en el Ucam Murcia aportó 13 puntos (3 triples), con atrevimiento y rapidez para sacar el tiro. A falta de 6" 7"", Brasil ya había achicado a uno (34-
35), con ese receta del desgaste al rival. Un sprint 8-0 le permitió al equipo local situarse en modo neto dominador y la pizarra exhibió un 42-35 elocuente. Algunas intervenciones criteriosas de Scola y el aporte rendidor de Nocioni (9) maquillaron la diferencia que se mantuvo en ocho (52-44), al cierre de ese cuarto.
En la reanudación, el conjunto local prosiguió extrayendo réditos bajo el tablero, con un Nené gravitante.
El mencionado pivote siguió moviéndose a discreción en la pintura, los dirigidos por Magnano retomaron el control del resultado: 72-67.
En el último capítulo, las evidencias de un partido sin tregua empezaron a notarse. Los dos mostraron cansancio y el goleo se aplacó. El encuentro terminó igualado 85-85 en tiempo reglamentario.
En el alargue, otra igualdad en 95, que llevó el partido a un segundo suplementario.
El exPeñarol de Mar del Plata metió dos triples en fila y una avivada de Garino le dieron una nítida diferencia a la Argentina (103-95), con más de 3 minutos para el cierre.
Pero Leandrinho surgió por primera vez en la tarde (9) para que Brasil recortara a uno (105-106)
Desde la línea, Campazzo dio una nueva muestra de su frialdad, mientras que Ginóbili tomó un rebote ofensivo clave seguido de dos libres para garantizar victoria y clasificación a cuartos de final.
En un estadio Arena Carioca I que tuvo fervor, calor y color sin muestras de la tan temida violencia, el equipo de Sergio Hernández garantizó su clasificación a cuartos de final.
El partido finalizó igualado en 85 en el período regular, mientras que en la primera prórroga también se produjo empate, pero en 95.
El comienzo fue a puro vértigo. Los dos salieron dispuestos a responder ataque por ataque. Con ese panorama, el que tuviera mayor efectividad empezaría a despegar. Así, una ráfaga 8-0 (dos triples incluidos de Nocioni) le permitió a la Argentina pasar al frente 15-10.
El primer período concluyó 28-19 en favor de la Argentina, con un dato que se correspondía claramente con un mejor funcionamiento colectivo: 6-10 en triples.
El segundo cuarto fue completamente distinto. El técnico Magnano mandó a la cancha a Vitor Benite y el escolta fue una verdadera tromba que no pudo ser defendido por un elenco "albiceleste" que mostró huecos atrás.
El compañero de Campazzo en el Ucam Murcia aportó 13 puntos (3 triples), con atrevimiento y rapidez para sacar el tiro. A falta de 6" 7"", Brasil ya había achicado a uno (34-
35), con ese receta del desgaste al rival. Un sprint 8-0 le permitió al equipo local situarse en modo neto dominador y la pizarra exhibió un 42-35 elocuente. Algunas intervenciones criteriosas de Scola y el aporte rendidor de Nocioni (9) maquillaron la diferencia que se mantuvo en ocho (52-44), al cierre de ese cuarto.
En la reanudación, el conjunto local prosiguió extrayendo réditos bajo el tablero, con un Nené gravitante.
El mencionado pivote siguió moviéndose a discreción en la pintura, los dirigidos por Magnano retomaron el control del resultado: 72-67.
En el último capítulo, las evidencias de un partido sin tregua empezaron a notarse. Los dos mostraron cansancio y el goleo se aplacó. El encuentro terminó igualado 85-85 en tiempo reglamentario.
En el alargue, otra igualdad en 95, que llevó el partido a un segundo suplementario.
El exPeñarol de Mar del Plata metió dos triples en fila y una avivada de Garino le dieron una nítida diferencia a la Argentina (103-95), con más de 3 minutos para el cierre.
Pero Leandrinho surgió por primera vez en la tarde (9) para que Brasil recortara a uno (105-106)
Desde la línea, Campazzo dio una nueva muestra de su frialdad, mientras que Ginóbili tomó un rebote ofensivo clave seguido de dos libres para garantizar victoria y clasificación a cuartos de final.
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El seleccionado argentino de básquetbol consumó ayer un nuevo triunfo que quedará en la memoria para siempre al derrotar en dos tiempos suplementarios a su par de Brasil por 111 a 107, en partido correspondiente a la cuarta fecha, zona B.
En un estadio Arena Carioca I que tuvo fervor, calor y color sin muestras de la tan temida violencia, el equipo de Sergio Hernández garantizó su clasificación a cuartos de final.
El partido finalizó igualado en 85 en el período regular, mientras que en la primera prórroga también se produjo empate, pero en 95.
El comienzo fue a puro vértigo. Los dos salieron dispuestos a responder ataque por ataque. Con ese panorama, el que tuviera mayor efectividad empezaría a despegar. Así, una ráfaga 8-0 (dos triples incluidos de Nocioni) le permitió a la Argentina pasar al frente 15-10.
El primer período concluyó 28-19 en favor de la Argentina, con un dato que se correspondía claramente con un mejor funcionamiento colectivo: 6-10 en triples.
El segundo cuarto fue completamente distinto. El técnico Magnano mandó a la cancha a Vitor Benite y el escolta fue una verdadera tromba que no pudo ser defendido por un elenco "albiceleste" que mostró huecos atrás.
El compañero de Campazzo en el Ucam Murcia aportó 13 puntos (3 triples), con atrevimiento y rapidez para sacar el tiro. A falta de 6" 7"", Brasil ya había achicado a uno (34-
35), con ese receta del desgaste al rival. Un sprint 8-0 le permitió al equipo local situarse en modo neto dominador y la pizarra exhibió un 42-35 elocuente. Algunas intervenciones criteriosas de Scola y el aporte rendidor de Nocioni (9) maquillaron la diferencia que se mantuvo en ocho (52-44), al cierre de ese cuarto.
En la reanudación, el conjunto local prosiguió extrayendo réditos bajo el tablero, con un Nené gravitante.
El mencionado pivote siguió moviéndose a discreción en la pintura, los dirigidos por Magnano retomaron el control del resultado: 72-67.
En el último capítulo, las evidencias de un partido sin tregua empezaron a notarse. Los dos mostraron cansancio y el goleo se aplacó. El encuentro terminó igualado 85-85 en tiempo reglamentario.
En el alargue, otra igualdad en 95, que llevó el partido a un segundo suplementario.
El exPeñarol de Mar del Plata metió dos triples en fila y una avivada de Garino le dieron una nítida diferencia a la Argentina (103-95), con más de 3 minutos para el cierre.
Pero Leandrinho surgió por primera vez en la tarde (9) para que Brasil recortara a uno (105-106)
Desde la línea, Campazzo dio una nueva muestra de su frialdad, mientras que Ginóbili tomó un rebote ofensivo clave seguido de dos libres para garantizar victoria y clasificación a cuartos de final.
En un estadio Arena Carioca I que tuvo fervor, calor y color sin muestras de la tan temida violencia, el equipo de Sergio Hernández garantizó su clasificación a cuartos de final.
El partido finalizó igualado en 85 en el período regular, mientras que en la primera prórroga también se produjo empate, pero en 95.
El comienzo fue a puro vértigo. Los dos salieron dispuestos a responder ataque por ataque. Con ese panorama, el que tuviera mayor efectividad empezaría a despegar. Así, una ráfaga 8-0 (dos triples incluidos de Nocioni) le permitió a la Argentina pasar al frente 15-10.
El primer período concluyó 28-19 en favor de la Argentina, con un dato que se correspondía claramente con un mejor funcionamiento colectivo: 6-10 en triples.
El segundo cuarto fue completamente distinto. El técnico Magnano mandó a la cancha a Vitor Benite y el escolta fue una verdadera tromba que no pudo ser defendido por un elenco "albiceleste" que mostró huecos atrás.
El compañero de Campazzo en el Ucam Murcia aportó 13 puntos (3 triples), con atrevimiento y rapidez para sacar el tiro. A falta de 6" 7"", Brasil ya había achicado a uno (34-
35), con ese receta del desgaste al rival. Un sprint 8-0 le permitió al equipo local situarse en modo neto dominador y la pizarra exhibió un 42-35 elocuente. Algunas intervenciones criteriosas de Scola y el aporte rendidor de Nocioni (9) maquillaron la diferencia que se mantuvo en ocho (52-44), al cierre de ese cuarto.
En la reanudación, el conjunto local prosiguió extrayendo réditos bajo el tablero, con un Nené gravitante.
El mencionado pivote siguió moviéndose a discreción en la pintura, los dirigidos por Magnano retomaron el control del resultado: 72-67.
En el último capítulo, las evidencias de un partido sin tregua empezaron a notarse. Los dos mostraron cansancio y el goleo se aplacó. El encuentro terminó igualado 85-85 en tiempo reglamentario.
En el alargue, otra igualdad en 95, que llevó el partido a un segundo suplementario.
El exPeñarol de Mar del Plata metió dos triples en fila y una avivada de Garino le dieron una nítida diferencia a la Argentina (103-95), con más de 3 minutos para el cierre.
Pero Leandrinho surgió por primera vez en la tarde (9) para que Brasil recortara a uno (105-106)
Desde la línea, Campazzo dio una nueva muestra de su frialdad, mientras que Ginóbili tomó un rebote ofensivo clave seguido de dos libres para garantizar victoria y clasificación a cuartos de final.