"Allí surgen los indicadores tanto desde el área emocional como del área social, porque vemos en qué condiciones se encuentra la familia, si va a poder afrontar o no un tratamiento", precisó la psicóloga María Celia Lambrisca.
Aclaró que llaman a ello "afrontamiento" y que implica saber si la familia podrá afrontarlo debido al cuidado que necesita el chico ya que implica un tratamiento prolongado de larga permanencia en el hospital, con lo cual se busca recabar información para poder orientarlos y acompañarlos.
Trabajan por ello en orientarlos, ver la manera de conseguir recursos no sólo para el sostén económico, sino afectivos y emocionales en los que se apoyará la familia y el niño que recibirá tratamiento.
La asistencia y seguimiento se prolonga incluso hasta cinco años posteriores a la atención y alta de las familias.
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"Allí surgen los indicadores tanto desde el área emocional como del área social, porque vemos en qué condiciones se encuentra la familia, si va a poder afrontar o no un tratamiento", precisó la psicóloga María Celia Lambrisca.
Aclaró que llaman a ello "afrontamiento" y que implica saber si la familia podrá afrontarlo debido al cuidado que necesita el chico ya que implica un tratamiento prolongado de larga permanencia en el hospital, con lo cual se busca recabar información para poder orientarlos y acompañarlos.
Trabajan por ello en orientarlos, ver la manera de conseguir recursos no sólo para el sostén económico, sino afectivos y emocionales en los que se apoyará la familia y el niño que recibirá tratamiento.
La asistencia y seguimiento se prolonga incluso hasta cinco años posteriores a la atención y alta de las familias.