Son muy jovencitos y están viviendo la adrenalina de la previa a la presentación de su primer disco. Un disco que tiene una carga emocional y simbólica de los valores que se transmiten de generación en generación, que lo hace mucho más que un producto musical.
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Son muy jovencitos y están viviendo la adrenalina de la previa a la presentación de su primer disco. Un disco que tiene una carga emocional y simbólica de los valores que se transmiten de generación en generación, que lo hace mucho más que un producto musical.
Este jueves a las 21 en la sala mayor del Teatro Mitre, Los Amarantitos presentarán su primer disco de estudio, "Al maestro". La entrada es libre y gratuita.
Conversamos con Lucrecia Magriña, Salvador Narvaez, Ángela Zambrana, Ezequiel Zambrana y Franco Villarrubia, algunos de los integrantes del grupo, para desandar esta experiencia valiosa.
Obviamente es la luz de esta meta lograda, el maestro Amaranto Chañi. Sí, Los Amarantitos son los alumnos más pequeños que dejó el músico, dueño de esa peluquería emblemática de enseñanza musical que todos los jujeños conocemos. En su peluquería, y en la de sus hermanos, cientos de niños y adolescentes hicieron germinar el amor por la música, y la pasión por el respeto de los valores.
Es de público conocimiento el don generoso de los hermanos Chañi, enseñando música en forma gratuita y desinteresada, mientras cortan el pelo en sus locales.
Uno de ellos, Amaranto tenía una peluquería y sus hermanos Luis y Foro, otra, las dos son academias genuinas de música.
Amaranto falleció el 29 de marzo de 2013, a causa de un accidente de tránsito. Se iba en forma inesperada, y sus alumnos niños y adolescentes sintieron muy fuerte la orfandad artística. Rápidamente el municipio de la capital jujeña decidió atinadamente transformar su peluquería en el Museo Amaranto, conservando ese espacio como taller de música.
Esa responsabilidad, que sin dudas fue un gran aliento para los discípulos del maestro, la asumió Franco Villarrubia, el joven músico talentosísimo artista de los vientos, que integra también el grupo Amaranto (alumnos más grandes), y desde hace un tiempo también la banda musical de Los Tekis. Junto a él, el reconocido Ricardo "Papiruli" Mamaní, músico de gran trayectoria que tocó con innumerables formaciones jujeñas, fue quien dio el apoyo de un mayor en semejante proyecto de mantener vivo el espíritu que Amaranto Chañi había sembrado en tantos pequeños.
Juntos Franco y Papiruli conservan con hidalguía ese increíble espacio de arte. Ambos también forman parte de Los Amarantitos, que pudieron seguir, crecer, y llegar a esta instancia que es la presentación de su primer disco.
Sobre el disco
El título del disco da cuenta del sentido de este trabajo que se funda en el amor y el respeto que tienen y tendrán toda la vida por el maestro. A él le dedican este logro.
El disco se grabó en el estudio de Hugo Pilo Puch, "quien a su vez, también cierra un círculo", dice Franco en conversación con El Tribuno de Jujuy, "porque él también fue alumno de Amaranto cuando era adolescente", comenta.
Son doce temas, algunos instrumentales y otros que incluyen voces -algo que innovaron después de la muerte de Amaranto-. Para eso se prepararon en canto, Lucrecia Josefina Torres y David Cruz.
"Esta grabación es un resumen de lo aprendido con Amaranto, y lo que seguimos aprendiendo después en honor a él", dice Franco.
Se grabaron bailecitos, taquiraris, sayas. Se incluyen también temas como "A la zafra" y "El carretón", que son dos taquiraris en uno, y la cumbia "Que no queden huellas".
Cuenta con gran emoción Franco, que también grabaron "La cueca de Luis y Pichón", escrita por Marcelo "Pichón " Córdoba, otro inspirador y maestro de él y de los chicos, que falleció el año pasado, acentuando la orfandad de los chicos pero alentándolos a continuar en el camino de la música para homenajearlo. Para este tema contaron en la grabación con Sebastián López y Mauro Coletti de Los Tekis, y Foro y Luis de Los Hermanos Chañi, como invitados de lujo. Es un tema que sintetiza la historia de Los Tekis con los Hermanos. Todos ellos estarán en el espectáculo de este jueves.
Además colaboran con Los Amarantitos en esta presentación, el iluminador de Los Tekis, Sergio Rojas, (que además trabaja para Ricardo Montaner, David Bisbal, Luciano Pereyra, etc.); Guillermo Bandoni en sonido (de Los Tekis, el Indio Solario y Los Redondos, entre otros), que vienen a aportar desinteresadamente.
Los protagonistas
Los Amarantitos es un grupo multitudinario, de 19 integrantes, 17 adolescentes, y Franco y Papiruli, sus guías.
La formación es Mariano López, Yamil Torrejón, Ezequiel Zambrana, Agustín Bulacios y Nazarena Muñoz, en guitarras; Ángela Zambrana, Gonzalo Alarcón y Álvaro Vedia, en charangos; Lautaro Nogales y Joaquín Corbalán, en zampoñas; Lucrecia Mariña, Josefina Torres y David Cruz, en las voces; Valentín Gutiérrez, Leonel Limache, Salvador Narváez y Ayelén Ramos, en quenas, Papiruli Mamaní, en el bajo; y Franco Villarrubia en la dirección musical y percusión.
En conversación con nuestro diario, Salvador (de 21 años) explica que "presentar el disco es demostrar todo lo que aprendimos con don Amaranto", y agrega "Lo que más nos inculcó fue el respeto, la ayuda entre nosotros". Cuando le pregunto qué los motivó a seguir con esto después de su muerte, dice que "él no nos cobraba para enseñarnos, y con eso no enseñó mucho, no podíamos dejarlo".
Ángela es una de las más chiquitas del grupo. Tiene 14 años. Cuenta que "es muy lindo tener un disco para presentar. Es charanguista por sugerencia del maestro, porque ella cuando entró a la peluquería quería aprender guitarra, pero sus dedos eran muy pequeños, según le observaba el maestro. "Todos en general le agarramos mucho cariño a él, nos hace falta su música y por eso seguimos", concluye.
Lucrecia por su parte, tiene 20 años, y comenta que se prepara con muchos nervios y ansias "porque se viene un espectáculo muy lindo. Estamos a full. Creo que Amaranto estaría orgulloso no solamente de que hayamos incluido voces sino de ver nuestra evolución. Creo que estaría contento de que sus alumnos más chiquititos estén presentando un disco", dice.
Ezequiel cuenta que le parece un sueño poder estar presentando un disco a los 19 años, y "todo se los debo a Amaranto", dice, cuenta que entró a la peluquería porque le habían regalado una guitarra, y durante tres años estuvo intentando ingresar a la Escuela de Música, como no lo logró decidió con su mamá comenzar en la peluquería "y ahí me quedé", dice.
Franco destaca que para muchos de estos chicos, que van desde los 9 años, esta experiencia de grabación les implicó su primera vez en un estudio. El único profesional que grabó con los chicos fue Tony Izquierdo, comenta, "que nos ayudó con la batería". "Salió un buen producto, en el que se ven plasmadas todas las enseñanzas de Amaranto, porque entre todos armamos un ensamble, todos somos uno, somos un grupo", finaliza.