El Consejo Superior de la Unju aprobó ayer la reglamentación del nuevo régimen electoral de votación directa.
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El Consejo Superior de la Unju aprobó ayer la reglamentación del nuevo régimen electoral de votación directa.
La aprobación fue por mayoría: 16 votos a favor y solo dos votos en contra del nuevo sistema de elección directa en la Unju.
En la tarde de ayer, se reunió el Consejo Superior de la Unju, integrado por los cuatro decanos junto a los consejeros superiores que representan a los diferentes claustros, para dar tratamiento, entre otros temas, a la reglamentación del régimen electoral que se aplicará en la elección de autoridades universitarias. El nuevo régimen electoral de votación directa quedó aprobado por 16 votos a favor y dos en contra. Este sistema recibió en los últimos días cuestionamientos de algunos sectores de la comunidad académica, que consideraban que "no era claro y dejaba en desventaja a las facultades que tienen una matrícula menor de alumnos, egresados y docentes". Además de tener observaciones que aun son analizadas por la Corte Suprema deJusticia de la Naci
La reglamentación del sistema electoral estaba pendiente tras la modificación del estatuto de la Unju que fue observado por el Ministerio de Educación de la Nación, cuyo tratamiento está siendo analizado por la Corte Suprema de Justicia, porque implica un cambio sustantivo en el mecanismo electoral, ya que previo a esta reforma los consejeros académicos votaban al decano y los consejeros superiores junto a los académicos, en asamblea, al rector de la Universidad. En cambio con este régimen la votación será directa, pero los votos serán "ponderados", es decir que tendrán diferente validez dependiendo del claustro al que pertenezcan. No todos los votos tienen el mismo valor: el total de los votos docentes equivale a un 50%, el de estudiantes un 33%, el de graduados poco más del 11% aproximadamente y el de no docentes el 5% restante.
Y es precisamente el sistema de ponderación el que recoge observaciones desde los diferentes sectores de la comunidad académica, que considera que las modificaciones impulsadas por el rector Rodolfo Tecchi tendrían "el objetivo de beneficiar a un sector particular" en detrimento de las Facultades con minoría numérica.
En este sentido, Nadia Estefanía Velázquez, consejera superior por el claustro estudiantil de Franja Morada de la Facultad de Ingeniería, votó en contra de la reglamentación, por considerar que el tema no debería haberse tratado hasta que la Justicia se expida sobre los cuestionamientos a la fórmulas de cálculos.
Indicó que se cuestiona específicamente el porcentaje de cálculo de cada voto. "Afectan a las facultades que tienen menor oferta académica y menor matrícula en alumnos y egresados. Queremos que haya un sistema que le dé el mismo valor a los votos de las diferentes facultades y que garantice elecciones equitativas y democráticas", señaló.
"Se juega con la cantidad de alumnos que posee cada Facultad, no es un régimen claro ni transparente y no respetó en la discusión previa a las minorías", agregó.
Verónica Sato, egresada de la facultad de Agrarias, indicó que ayer en la mañana, junto a un grupo de docentes y alumnos, presentó un recurso de amparo ante la Justicia Federal, que no tuvo lugar, buscando frenar el tratamiento del nuevo régimen electoral por considerar que no fue discutido ampliamente. "Creemos que todos debíamos participar de la discusión, no se socializó en las facultades. No se puede aprobar algo que está observado", dijo.
“Es un sistema similar al del país”
Ricardo Slavustky, decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, explicó que “antes regía un sistema indirecto, la gente no votaba al rector, decanos y vicedecanos, ahora vamos a un sistema más parecido a un sistema electoral nacional de elección directa. Los representados elegirán de forma directa”.
Sobre el sistema de ponderación de los votos señaló que “la Ley de Educación Superior fija cuotas de representación por claustro”. Aclaró que otro tema a solucionar era la representación de cada facultad, dado que no todas tienen la misma capacidad numérica. “Lo que se hizo fue equilibrar la representación por Facultad, garantizando un porcentaje mínimo equitativo e igualitario, pero al mismo tiempo impulsando que se respete también el volumen de número de docentes y graduados. Cada Facultad tiene garantizado por claustro un mínimo del 20% y queda un 20% flotante que se distribuye en función del número de docentes, alumnos y graduados que cada Facultad tenga”.
Para definir el nuevo sistema indicó: “conceptualmente es una mezcla del sistema de elección de senadores y de diputados. En la Nación cuando votamos senadores todas las provincias tienen la misma representación, en diputados hay una representación proporcional a la cantidad de habitantes que tiene cada una. Lo que hicimos fue mezclar las ponderaciones con ese 20 por ciento flotante que se distribuye en función del padrón según cada claustro que compone la Universidad”.