Desde hace varios meses, diferentes actores del transporte de nuestra provincia vienen realizando una serie de pedidos y reclamos por la ineficiencia demostrada en la gestión de la Secretaría de Transporte de Jujuy. Ninguno de esos pedidos fue respondido en tiempo y forma por el funcionario al frente del organismo, Agustín Macedo, quien a pesar del generalizado escándalo en su área, permanece incólume y "atornillado" en el cargo aparentemente bajo la inexplicable protección de intereses superiores. A las denuncias de empresarios del sector privado del transporte, que indicaban que Macedo privilegia la actividad de transportes ilegales que se realizan en automóviles, combis, utilitarios y hasta colectivos dentro y fuera de la provincia, el funcionario hace oídos sordos y sigue adelante favoreciendo con la inacción, no sólo la continuidad sino el crecimiento de los transportes ilegales. La situación más delicada se planteó últimamente a partir de la forzada aprobación de la ley que autoriza los denominados "transportes interjurisdiccionales", actividad reñida con el respeto a la competencia leal y a las normas más elementales de la Ley Nacional de Tránsito 24.449 y sus decretos reglamentarios. Vigente esa ley provincial, el secretario Macedo inició un larguísimo período en el que supuestamente se dedicaría a "regularizar" lo no regularizable. El tema parece ser ganar más tiempo para la informalidad y la persistencia en la competencia ilegal.
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Desde hace varios meses, diferentes actores del transporte de nuestra provincia vienen realizando una serie de pedidos y reclamos por la ineficiencia demostrada en la gestión de la Secretaría de Transporte de Jujuy. Ninguno de esos pedidos fue respondido en tiempo y forma por el funcionario al frente del organismo, Agustín Macedo, quien a pesar del generalizado escándalo en su área, permanece incólume y "atornillado" en el cargo aparentemente bajo la inexplicable protección de intereses superiores. A las denuncias de empresarios del sector privado del transporte, que indicaban que Macedo privilegia la actividad de transportes ilegales que se realizan en automóviles, combis, utilitarios y hasta colectivos dentro y fuera de la provincia, el funcionario hace oídos sordos y sigue adelante favoreciendo con la inacción, no sólo la continuidad sino el crecimiento de los transportes ilegales. La situación más delicada se planteó últimamente a partir de la forzada aprobación de la ley que autoriza los denominados "transportes interjurisdiccionales", actividad reñida con el respeto a la competencia leal y a las normas más elementales de la Ley Nacional de Tránsito 24.449 y sus decretos reglamentarios. Vigente esa ley provincial, el secretario Macedo inició un larguísimo período en el que supuestamente se dedicaría a "regularizar" lo no regularizable. El tema parece ser ganar más tiempo para la informalidad y la persistencia en la competencia ilegal.
Algo más grave se conoció ayer en detalle. Desde la Cámara de Transporte de Jujuy, su titular Oscar Inklemona denunció que las pérdidas que el accionar de los ilegales que persiste, aparentemente protegido o al menos tolerado con indolencia por la Secretaría de Transporte, le ha ocasionado a las empresas regulares una pérdida de nada menos que del 40% de sus ingresos. Ello llevó en muchos casos a la desaparición de servicios de transporte legales, cierre de líneas y baja de frecuencias, ya que la cantidad de "truchos" determinó la abrupta caída de la rentabilidad de las empresas que deben mantener el personal en blanco, con sueldos actualizados, los seguros al día y todas las inspecciones de rigor aprobadas. Con ello, tras la supuesta intención del secretario Macedo de favorecer a quienes se dedican al transporte irregular, se encuentran en peligro empresas que durante años bregaron por mantenerse y crecer en Jujuy, y con ello, quedan en riesgo de perderse cientos de puestos de trabajo legales. Claramente con estas políticas -o la falta de ellas- les impide el crecimiento, la compra de colectivos, la toma de personal de las empresas existentes, sino hasta se las expone al quebranto. A ello deben agregarse otras variables como la suba de los costos, sueldos, combustible y los recortes en los subsidios, lo que conforma un "combo" difícil de soportar.
Estas extrañas experiencias que el secretario Agustín Macedo introduce y defiende ya se conocen en Jujuy, cuando desde una anterior gestión en la intendencia capitalina, un festival de otorgamientos de licencias de remises y taxis compartidos, primero puso en crisis y terminó por derrumbar el sistema de transporte urbano de pasajeros que hasta ese momento era modelo en el país. De todos modos, como no se conoce ningún antecedente o experiencia de Macedo en el rubro transporte, quizás sea oportuno que los responsables del funcionamiento de la Secretaría de Transporte revisen de manera urgente el accionar -o la inacción- de este funcionario designado en abril del año 2016-, porque los gravísimos perjuicios causados por su gestión pueden derivar en infinidad de juicios en contra del Estado, cuyos costos terminarían absorbiendo entre todos los jujeños, como ya ocurrió en anteriores ocasiones.