Con gran devoción y alegría, la imagen peregrina de la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, fue recibida por los feligreses de la Parroquia San Andrés Apóstol, y ya se encuentra recorriendo los numerosos barrios que pertenecen a su jurisdicción, visitando las familias que han salido a su encuentro agradecidas por su presencia y compañía. Con la humildad de aquel pesebre, en un singular carrito, la madre llega hasta la puerta de los hogares para bendecir a sus hijos que, en este tiempo de pandemia, no pudieron llegar hasta el santuario de Río Blanco. La gente, acompaña las caminatas con gran fe y devoción, preparando pequeños altares y adornando las veredas de sus casas.
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Con gran devoción y alegría, la imagen peregrina de la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, fue recibida por los feligreses de la Parroquia San Andrés Apóstol, y ya se encuentra recorriendo los numerosos barrios que pertenecen a su jurisdicción, visitando las familias que han salido a su encuentro agradecidas por su presencia y compañía. Con la humildad de aquel pesebre, en un singular carrito, la madre llega hasta la puerta de los hogares para bendecir a sus hijos que, en este tiempo de pandemia, no pudieron llegar hasta el santuario de Río Blanco. La gente, acompaña las caminatas con gran fe y devoción, preparando pequeños altares y adornando las veredas de sus casas.
A su arribo a la parroquia, la imagen visitó la comunidad Sagrada Familia. Recorrió los barrios Mina Puloy, El Bordo, 25 de Mayo y Ejército del Norte, para luego ser recibida por la feligresía de barrio San Miguel, 9 de Julio y San Francisco, Santa Ana, Albornoz, Güemes sector 1. También fue recibida en la capilla Nuestra Señora de Fátima y recorrió las calles de barrio Belgrano, para proseguir por Primavera, San Cayetano y Las Maderas, Eva Perón, Güemes sector 2 y 3 y arribando a Providencia este domingo.
Cada comunidad, organizó el recorrido en sus respectivos barrios, visitando las instituciones de cada lugar y las familias, en especial aquellas que han sufrido la pérdida de un ser querido o transitan una enfermedad. Luego de cada caminata, se cierra con la santa misa presidida por el párroco Héctor Alberto Martínez.
El sacerdote, apuntó que la visita y presencia de la Madre de Dios y Madre de los jujeños, es para la feligresía de San Andrés Apóstol "una gracia, una caricia del cielo y un mensaje de esperanza, en medio de la difícil situación que se vivió meses pasados con la pandemia".
"La visita de la imagen de nuestra Madre del Rosario, es una oportunidad para reunirnos nuevamente, celebrar nuestra fe, respetando siempre las medidas de bioseguridad, proclamando la esperanza de un Dios que está presente y que acompaña nuestro caminar por la vida con sus dolores y alegrías. Y en ese camino, nos acompaña también nuestra Madre, animando cada paso, alentandonos para no bajar los brazos" dijo el presbítero.