Por Daniel Mamaní
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Por Daniel Mamaní
Nuevamente volvieron a sonar las cajas copleras en la localidad Ronque, tras dos años de no haber podido realizar el festival del ovino y de la copla, encuentro tradicional con el que se abren los festivales en cada año.
Del XIII festival del Ovino y de la copla, participaron solistas, cuadrillas y copleros de toda la región.
Los organizadores siguieron el programa, que iniciaba a las siete de la mañana con la recepción de todos los invitados especiales, para después hacer la tradicional señalada a la "tropa" de la señora Eustaquia Corimayo y toda su familia. Luego se realizó la presentación de comidas, prendas y otras alternativas que derivan del cordero, además en la oportunidad hubo una charla de información sobre la ley ovina.
Ya en la tarde llegaron las tan ansiadas copleadas de solistas, cuadrillas y demás cantores que quisieron acompañar este festival.
A esto se sumó el tradicional contrapunto donde se escucharon las coplas de temporada y las más esperadas, las coplas picarescas.
La tarde se prestó con un clima agradable en la zona en donde se vio una gran cantidad de copleros de toda la región como así también turistas que aprovecharon cada momento para llevarse una fotografía de recuerdo, además de las vestimentas tradicionales, entre otras elaboraciones que preparan con la lana de oveja. El cierre estuvo a cargo de grupos folclóricos y con un baile popular.