Un jujeño que sueña en Estados Unidos. El golfista Nicolás Ortiz es hijo de una reconocida familia palpaleña y desde que comenzó a jugar a los seis años, participando en competiciones Regionales y logrando clasificarse para tres Nacionales Juniors, el joven enfrentó variados obstáculos y se estuvo preparando para competir. Hoy su presente lo mantiene integrando el equipo de golf de la Universidad de Asbury en Kentucky (Estados Unidos), donde estudia Comunicación y Medios tras lograr una beca, enfrentando el desafío de la exigente Liga Ncaa División III.
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Un jujeño que sueña en Estados Unidos. El golfista Nicolás Ortiz es hijo de una reconocida familia palpaleña y desde que comenzó a jugar a los seis años, participando en competiciones Regionales y logrando clasificarse para tres Nacionales Juniors, el joven enfrentó variados obstáculos y se estuvo preparando para competir. Hoy su presente lo mantiene integrando el equipo de golf de la Universidad de Asbury en Kentucky (Estados Unidos), donde estudia Comunicación y Medios tras lograr una beca, enfrentando el desafío de la exigente Liga Ncaa División III.
No fue fácil este camino del palpaleño, ya que después de un breve paréntesis a los doce años debido a dificultades económicas, retomó su trayectoria a los diecisiete, ya todo un adolescente tras egresar del Colegio Modelo Palpalá donde cursó el nivel primario y secundario, marcando el comienzo de una dedicación exclusiva al golf. Durante un año en Salta, viviendo solo, se entregó por completo al entrenamiento, dedicando 9 horas diarias. En este período, cosechó logros notables, incluyendo victorias en el Royal Enfield y en el torneo Ledesma, un segundo puesto en el Torneo de Termas de Río Hondo y un primer lugar en el Apertura de La Esperanza. "Nico" no sólo exhibió habilidad, sino también una resiliencia extraordinaria a la hora de mostrar sus destrezas.
Su participación en el Interclub Regional Tournament fue crucial, acompañando al equipo hacia la victoria. Se destacó en el formato Match Play, superando a jugadores locales y, de manera impresionante, venciendo al mejor jugador del Noroeste de Argentina para definir el campeonato.
Sus profesores en su infancia fueron Santiago Guerrero en el Palpalá Golf Tennis Club y luego Fernando Suárez en su etapa en Salta.
En el 2022 también tuvo la posibilidad de prepararse con una psicóloga deportiva, Patricia Fuentes, que fue de gran ayuda en el presente que vive. Tal es así que para el ingreso en la Universidad, se armó un currículum vitae y contrató una empresa que hizo la gestión de contacto con varias casas de estudios. Tuvo dos ofertas, una en San Francisco y otra la de Asbury. De tal manera que por un tema económico se decidió elegir por Asbury, pero quedó en contacto con el coach de San Francisco, ya que estaban muy interesados y tiene aún las puertas abiertas.
Sus días viviendo en el campus de la Universidad de Asbury, en Wilmore, Kentucky, posee una rutina donde estudia alrededor de 4 horas, entrena 2 o 3 horas por día y también trabaja 3 veces a la semana.
Una de las cualidades principales de "Nico" es su facilidad de aprendizaje y mejora. Él aprendió muy rápido de chico y cuando retomó también progresó muy rápido, en pocos meses ya estaba en 3 de hcp y en 6 meses bajó a 0. En ese proceso fue mejorando exponencialmente en la parte mental y eso se potenció en todo este tiempo de madurez. Sin embargo, una de sus características más elogiables de Ortiz es que cuando juega en equipo, se potencia y más con la motivación de hacerlo en La Ncaa División III y en la Universidad participa de la Liga Católica.
En una conversación con diario El Tribuno de Jujuy, Nicolás Ortiz, antes de regresar a Jujuy contó parte de su rutina en EEUU, diciendo que "me levanto todos los días a las 6.30, me ducho, me preparo y voy a desayunar a las 7. Tipo 7.40 voy a la biblioteca a hacer algunas tareas hasta las 9 que tengo clases, desde las 9 hasta las 12. Ya almuerzo hasta las 13 y de ahí hago tareas hasta las 15. Media hora después nos vamos a la cancha de golf y volvemos a las 19. Pero los días lunes, miércoles y viernes trabajo desde las 7 hasta las 11.30. Y los martes y jueves cuando vuelvo de practicar a las 19 voy a la biblioteca a hacer tarea hasta las 20.30. De ahí voy al gimnasio hasta las 22 para cenar, hacer un par de tareas y a descansar. Los sábados y domingos salgo a correr y voy al gimnasio", detalló.