La alimentación sana es importante para vivir por años y en las mejores condiciones posibles. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comparte que los hábitos alimenticios sanos comienzan desde los primeros años de vida, razón por la que es indispensable que los adultos enseñen a los más pequeños sobre los horarios para comer.
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La alimentación sana es importante para vivir por años y en las mejores condiciones posibles. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comparte que los hábitos alimenticios sanos comienzan desde los primeros años de vida, razón por la que es indispensable que los adultos enseñen a los más pequeños sobre los horarios para comer.
Si bien es cierto que todas las comidas en el día son importantes, el desayuno toma la delantera por el hecho de que es cuando el cuerpo adquiere alimentos después de un determinado tiempo, en especial para tener energía y poder llevar a cabo diferentes actividades.
Según la Fundación Española del Corazón, cuando se desayuna la salud cardiovascular se ve significativamente ayudada porque aporta el 20 % de la energía total que el cuerpo necesita; además, se sostiene la premisa de que en el desayuno deben prevaler los lácteos, las frutas y los cereales.
Un estudio enfocado en la importancia del desayuno, que se encuentra en el repositorio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, consigna que “aquellos que desayunan muy poco o nada se caracterizan por seguir una dieta menos saludable y tener mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular”.
En efecto, desayunar es prácticamente una acción innegociable para la salud del organismo. Esto porque, con ello, pueden prevenirse enfermedades como la aterosclerosis, gastritis, entre otras más.
No obstante, para desayunar el horario también es algo que se debe atender, ya que no es lo mismo alimentarse en las primeras horas del día que cuando pronto está por comenzar la tarde.
¿A qué hora desayunar?
Las posturas respecto a la hora más adecuada para desayunar pueden disociar, aunque existe la regla de ingerir la primera y última comida en un intervalo de ocho horas. Es decir, si se desayuna a las ocho de la mañana, se cena a las ocho de la noche.
Por su parte, la revista de buenos hábitos Mejor con salud, indica que los horarios para desayunar son variados y dependen del estilo y rutina que lleva cada persona. En ese sentido, aunque no existe un horario puntual, lo que sí se puede hacer es compartir consejos que permiten tomar una decisión respecto a la hora en la que se toma el desayuno.
Cuando se desayuna se rompe el ayuno de la noche, tras tomar una descanso, por lo que lo habitual es que pasado un rato de despierto se desayune; puede ser media hora después, según nutricionistas.
En la misma línea, el horario del desayuno también depende del despertar de cada quien. Como el almuerzo suele empezar a ingerir desde las 12 del medio día, de tres a cuatro horas antes se puede desayunar, es decir, sobre las ocho o nueve de la mañana.
No obstante, pese a lo dicho anteriormente, la recomendación es asistir a una consulta con un especialista, pues la información publicada no suple el aval de los expertos como tal.