La imagen que los purmamarqueños veneran, posee una historia que en determinadas partes se aproxima a una leyenda, sin embargo es la que más se conoce y sería aceptada en el pequeño poblado.
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La imagen que los purmamarqueños veneran, posee una historia que en determinadas partes se aproxima a una leyenda, sin embargo es la que más se conoce y sería aceptada en el pequeño poblado.
Raquel Aramayo, se desempeña como animadora de la comunidad en la iglesia hace 17 años, anteriormente impartía catequesis.
Por consultas que hizo a personas mayores de edad y que muchas de ellas "ya no están", la historia que le relataron "es como una leyenda, puede o no ser cierta", pero es también la que cuentan otras personas de la localidad.
La iglesia data de 1.648 "tenía como patrono a San Cayetano. En ese tiempo cuando bajaban los arrieros del Alto Perú por el Camino del Inca se quedaron a descansar cerca del templo, más precisamente bajo el algarrobo", donde también lo hicieron las tropas del Ejército del Norte dirigidas por el General Manuel Belgrano. Y aclara, "tal vez no es correcto el lugar, pero que descansaron en el pueblo sí".
Los arrieros "traían sus cargas en mula, llegaron por la tarde y se entregan al descanso hasta la madrugada del día siguiente. Y cuando retoman el camino hacia Santiago del Estero, donde debían entregar la carga, luego de hacer un trecho comienza a correr un fuerte viento que les impide avanzar por la fuerza y el polvaredal que levantaba, y porque tampoco podían divisar el camino".
LA HISTORIA | RAQUEL ARAMAYO MANTIENE EL RELATO DE LA IMAGEN SOBRE DICHOS DE PERSONAS MAYORES.
"En consecuencia deciden detener la marcha y esperar que amaine el viento". Precisamente "cuando descienden de sus caballos y se disponen a esperar, el viento cesa prácticamente por completo presentándose las condiciones ideales para continuar el camino, pero cuando lo hacen, nuevamente el viento comienza a correr con intensidad, por lo que avanzan unos pocos metros".
Esta escena habría ocurrido a la altura del paraje El Bobal (a unos 500 metros kilómetros de Purmamarca sobre la ruta nacional 52 hacia el este), y no tampoco por donde hoy se extiende la traza de la ruta, sí a esa altura pero al frente cruzando el rio Purmamarca, por donde era el camino en ese tiempo desembocando en el río Grande.
"Por la reiteración del suceso, a los arrieros les llamó la atención y por alguna razón lo relacionaron con la carga que estaban llevando", prosigue Aramayo.
"Entonces bajan las cargas de las mulas y al abrirlas, se dan con que llevaban varias imágenes. Uno de ellos expresa que tal vez una imagen quería quedar en el pueblo".
ADVOCACIÓN | LA IGLESIA TIENE FECHA DE CONSTRUCCIÓN EN 1648.
"Toman la decisión de averiguarlo, y para ello, optan por dejar una imagen y emprender el camino, si el viento persistía, cambiaban la imagen por otra. Así ocurre hasta que una vez que dejan la de Santa Rosa, el viento calmó y recién pudieron continuar el camino sin ningún tipo de inconveniente".
Según el relato, los arrieros debían entregar en Santiago del Estero la cantidad de imágenes que traían del Alto Perú, "por lo que deciden regresar al pueblo, y hablan con la gente proponiéndola dejar la de Santa Rosa y llevarse la de San Cayetano".
"Y desde entonces en el pueblo se venera a la imagen traída desde Lima".
De madera
La imagen religiosa que se venera en Purmamarca, está tallada en madera, pintada y es de vestir. Es una de las escasas que se conservan en la Quebrada de Humahuaca.
Se aprecia que cada una de las extremidades del cuerpo fueron elaboradas por los artesanos con gran pasión, cubiertas pos un vestido pintado de blanco con detalles de rosas rojas (aparentemente), y que posteriormente la comunidad comenzó a vestirla, como se muestra en la actualidad.
La sagrada imagen, sufrió un daño en su rostro, cuando en julio del 2007 le robaron su corona, capa, prendedor y una gargantilla de plata. Además, se llevaron de la iglesia, un Cristo y promesas de plata.
Recuerdos de un hijo dilecto de Purmamarca
TOMÁS LIPÁN | RECORDÓ LAS PATRONALES DE SU PUEBLO CUANDO ERA NIÑO
"Soy muy devoto de la Virgen Santa Rosa de Lima patrona de mi pueblo. Lamentablemente este año no voy a poder estar, pero a la distancia, mi corazón y mi fe estarán resonando junto a los corazones devotos de los purmamarqueños", dijo Tomás Lipán, el cantante que con su arte ha trascendido las fronteras del país.
El artista recordó sus tiempos de niño cuando de la mano de "tata Florencio y mamita Eduvijis, me emocionaba ir a la novena de la víspera que se rezaba en la iglesia y que culminaba con fuegos artificiales en la plaza donde el pueblo aclamaba y disfrutaba. Lo más esperado era la misa central del día 30 de agosto y la procesión por las calles, donde toda la feligresía participaba. Todo el pueblo se preparaba y esperaba con devoción e infinita fe la fiesta patronal en honor a Santa Rosa de Lima. Imborrable recuerdo".