El arquero argentino de Tigres de México, Nahuel Guzmán, emuló a su compatriota Emiliano "Dibu" Martínez y protagonizó un verdadero show en una definición por penales que lo tuvo como héroe.
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El arquero argentino de Tigres de México, Nahuel Guzmán, emuló a su compatriota Emiliano "Dibu" Martínez y protagonizó un verdadero show en una definición por penales que lo tuvo como héroe.
Fue el gran protagonista en la victoria por penales sobre Vancouver para clasificar a los octavos de final de la Leagues Cup.
El exportero de Selección argentina y Newell´s empleó diferentes artilugios para molestar a los pateadores rivales y atajó el último disparo, que fue decisivo para el pase de ronda.
Este compromiso se definió en los penales, ya que el encuentro de ida en Canadá había terminado 1-1, con un gol del ecuatoriano Pedro Vite para el local a los nueve minutos de juego y el empate del francés André-Pierre Gignac a los ocho del complemento, mientras que la vuelta finalizó 0 a 0.
Ya en la definición desde los doce pasos, Guzmán primero probó con una actuación de mimo y previo a otro disparo caminó sobre la línea como si fuera un acto de clown. El más llamativo fue antes de la cuarta ejecución: comenzó a sacarse una extensa serpentina de la boca, cual mago en una fiesta infantil.
Con los otros dos antecedentes y por la demora de varios segundos en su última estrategia, el árbitro le mostró la tarjeta amarilla.
Lo cierto es que la intención de Guzmán surgió efecto y luego del acto de la serpentina adivinó la intención del serbio Ranko Veselinovic para quedarse con su disparo.
El uruguayo Fernando Gorriarán convirtió el quinto disparo de Tigres y decretó el 5-4 que metió a los mexicanos entre los mejores 16 del certamen.