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Durante la mañana del jueves 5, se generó un conflicto de tipo laboral en las instalaciones del hospital Joaquín Castellanos, generado por guardias de seguridad de la empresa Centinela, que prestan servicios en el nosocomio, debido a la manifiesta intención del propietario de la firma, de reemplazar a los trabajadores que se encontraban realizando una medida de fuerza, por otros que arribaron desde la ciudad de Orán.
Desde el miércoles, 8 guardias de la empresa Centinela, dieron inicio a un paro de actividades, por la falta de cumplimiento -según lo expresaron- a las promesas de Lino Rojas, titular de la firma, de incrementar los sueldos y proveerlos de la correspondiente indumentaria. Rojas se presentó en el hospital, acompañado por guardias de Orán, pero no con una propuesta al pedido presentado. Muy por el contrario, llegó con la intención de reemplazar a los trabajadores de paro, por el personal que lo acompañó desde ciudad del norte.
Esta actitud, generó una reacción de los trabajadores güemenses, quienes increparon a Rojas cuando se dirigía a una reunión con la gerencia hospitalaria. "Cuando le pregunté a Rojas porque no nos paga los aumentos y no nos hace entrega de la ropa, porque utilizamos nuestra ropa de civil, me maltrató con respuestas agresivas e intentó golpearme, algo que fue impedido por personas que se encontraban en el lugar" manifestó Daiana, vocera de sus compañeros de trabajo. Gritos, empujones y acusaciones cruzadas, llenaron los pasillos del hospital, lugar que pronto estuvo lleno de policías, para evitar que el conflicto siga escalando.
Los empleados, estuvieron asesorados por el sindicato Sutca, representado por David Galarza. "La empresa Centinela es explotadora, paga a cada trabajador $300.000 por 280 hs de trabajo, cuando la escala indica un monto de $1.3000.000 por 194 hs de trabajo, para aquel que recién se inicia. Hubo constantes pedido de incremento y entrega de ropa apropiada, pero sin respuesta y por esa razón dieron inicio a la medida de fuerza, nadie puede vivir con ese magro salario" explicó Galarza.
En el lugar, y acompañando la medida de fuerza de los trabajadores de la empresa privada, se encontraba el Subsecretario del Empleo, Daniel Quinteros, quién también increpó duramente al dueño de la empresa. "No puede ser que no cumpla con la gente de Güemes, y venga a nuestra ciudad para despedirlos y reemplazarlos por gente de Orán, está totalmente confundido, no vamos a permitir gente foránea ocupando fuentes de laborales locales con la necesidad
de trabajo que hay, él debe cumplir con los trabajadores y regresar a Orán con la gente que trajo" manifestó Quinteros.
Debido a los incidentes generados, el subgerente hospitalario, Dr. Mario Muñoz, tomó la decisión de no permitir que nadie se haga cargo de cubrir las guardias, hasta que el Ministerio de Salud se expida al respecto. El Ministerio que contrató a la empresa, sin que el hospital haya tenido ninguna participación.
Por su parte, Lino Rojas dueño de la empresa de seguridad, expresó. "Para poder pagar $300.000 a cada empleado hago un gran esfuerzo, es poco lo que me pagan desde el Ministerio de Salud, mantuve una reunión con el ministro Mangione y me pidió paciencia, que el monto se iba a aumentar, pero que por ahora era casi imposible. No vine a Güemes a reemplazar un guardián por otro de Orán, solo me preocupaba que los puestos estén descubiertos siendo mi obligación cubrirlos, es decir, esta gente que vino conmigo solo estará hasta que el conflicto tenga una solución".
Una vez que se calmaron los ánimos, Lino Rojas se retiró del hospital, mientras que los empleados de Güemes retomaron la medida de fuerza, pero cubriendo solo algunos sectores indispensables.