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El oficialismo tiene el desafío de repetir la línea defensiva de "87 héroes" que blindó el veto a la ley de mejora jubilatoria, pero no la tendrá nada fácil.
En el poroteo de cara a la sesión por la ley de financiamiento universitario se da por descontado el acompañamiento de dos de los cinco radicales díscolos, Luis Picat y Ricardo Campero, quienes ya comunicaron su apoyo, y ven factible sumar a los otros tres.
Además crece la esperanza de negociar con los gobernadores para torcer la voluntad de algunos integrantes del bloque de Innovación Federal, pese al anticipo de la jefa de esa bancada, Pamela Calletti, de que rechazará el veto.
Con dos de los diputados del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) asegurados, Martín Menem -presidente de Diputados- trabaja en acercarse a los 87 votos a favor, a cinco días de la sesión.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich buscó presionar al PRO para que respalde al oficialismo, al advertir que "lo único que puede hacerse es vetar" la ley.
Mientras tanto, el presidente Javier Milei analizó ayer con su gabinete la marcha universitaria y compartió un almuerzo con su ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello y el secretario de Educación, Alejandro Álvarez, ambos en el ojo del conflicto.