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El represor tucumano Antonio Domingo Bussi, condenado por crímenes de lesa humanidad, se encuentra internado en una clínica de Tucumán en “coma irreversible”, tras sufrir una insuficiencia cardíaca el lunes pasado.
Ricardo Bussi, hijo del exgobernador de Tucumán, aseguró que el estado de su padre es “irreversible” y que está “en manos de Dios”, porque sufre una falla multiorgánica que le compromete los riñones, el hígado y el corazón.
“Ya no hay nada que se pueda hacer. Lo dejaremos ir en paz”, sentenció el hijo del genocida de 85 años.
Debido a los problemas de salud que padece, el represor fue separado del juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, que comienza hoy en la denominada “causa Aguirre”.
Entre los delitos por los cuales Bussi fue condenado y continúa siendo juzgado se encuentran la privación ilegitima de la libertad, delitos de lesa humanidad tales como asesinato y tortura, la desaparición de 72 personas y su intervención en la “megacausa ESMA”. Además, junto a Luciano Benjamin Menéndez, fue uno de los máximos responsables de los centros clandestinos de detención (CCD) en la Argentina. Bussi fue el jefe de 30 CCD que funcionaron en Tucumán.
Por el Instituto de Cardiología, donde el exgobernador permanece internado desde el lunes, desfilaron familiares y allegados al exmandatario. El legislador Ricardo Bussi -y presidente de Fuerza Republicana, el partido fundado por su padre en 1988- señaló: “Hemos acordado con los médicos no hacerle tratamientos invasivos: no dializarlo ni ponerle respirador artificial, porque no tiene sentido extender la agonía. Quedó en manos de Dios. Toda su familia está acompañándolo”.