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3 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Una comedia que mezcla el drama y lo absurdo

Martes, 21 de junio de 2011 21:37
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“El dedo” fue rodada en junio de 2010 entre Cerro Colorado, el lugar donde está enterrado Atahualpa Yupanqui; Caminiaga, un pueblo con calles de tierra; y San Pedro Viejo. Teubal bautizó a esta pequeña comunidad ficticia El Cerro, “una especie de submundo, al que no le llega ninguna información”, describe el director.

“La historia es tan simple que te la terminás creyendo”. Con estas palabras, Sergio Teubal se refiere al sentido de su ópera prima, a la que define como una comedia absurda con pinceladas de realismo mágico. Es que el argumento de “El dedo” es tan simple y transparente que no se necesita demasiado análisis para entenderlo. Lo que comienza siendo un drama por la muerte de uno de los habitantes más queridos de la zona, Baldomero, hermano de Florencio, el propietario del único almacén de El Cerro, se convierte en una comedia disparatada cuando su dedo, la única evidencia del crimen, comienza a regir los destinos de los habitantes de la comuna. En un lugar donde perfectamente encaja el refrán: “Pueblo chico, infierno grande”, sus residentes viven en un universo paralelo, a la espera del único colectivo que esporádicamente llega cargado con correspondencia y diarios amarillos. Su necesidad de creer en alguien que no sea el inescrupuloso don Hidalgo los lleva a depositar su fe en el dedo, que poco a poco se va convirtiendo en su única esperanza de cambio.

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