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Elogiadas en todo el país, las empanadas salteñas son uno de nuestros grandes orgullos. Tanto es así que cada año se realiza el tradicional concurso de la empanada Roberto Romero. El domingo pasado, en su 45§ edición, Margarita Condorí fue elegida la mejor empanadera de la provincia. El segundo lugar fue para Nilce Mamaní y el tercero, finalmente, para Juana Coria.
El Tribuno entrevistó a las tres mujeres, quienes contaron algunos de sus secretos para que las suyas hayan sido elegidas las empanadas más ricas de este certamen, que congregó a más de 160 cocineras de la provincia y un poquito de sus historias.
El primer puesto es para...
Margarita Condorí. La mujer, de 57 años de edad, es jujeña, pero hace 17 años que adoptó a Salta como su hogar. Hace 6 que tiene un negocio de comidas en su casa (Vicente López 1280) y es, para el jurado del concurso Roberto Romero, la mejor empanadera de la provincia.
Margarita contó que se casó a los 21 años y que fue su suegra quien le enseñó a cocinar.
“¿Cuál es su secreto a la hora de cocinar estas empanadas, Margarita?”, le preguntamos. “Que sean jugosas. Para eso hay que dejar el recado reposar desde la noche anterior para que conserve el jugo, pero que no se derrame al morder”, confesó. Y agregó luego: “En algún momento quisiera comenzar a dedicarme exclusivamente a la comida regional. Mi fuerte son las humitas”.
Margarita es viuda. Tiene cuatro hijos, una nieta y muchos proyectos. En febrero comenzó a edificar en su domicilio. Quiere poner un hostal para recibir turistas. Otro de sus objetivos es “agrandar el bolichito” en donde, según contó, almuerzan unas cuarenta personas al día. “El premio que gané en el concurso (3 mil pesos) lo voy a utilizar para continuar con la construcción, espero terminar hasta fin de año”, comentó.
Condorí lleva ganados muchos premios en distintos certámenes culinarios que se vienen realizando en Salta. “Fue una hermosa sorpresa haber ganado este premio. No puedo creer que me hayan elegido entre tantos participantes”, concluyó.
Una empanadera muy joven
El segundo lugar del concurso lo ganó Nilce Mamaní. Con sólo 21 años de edad, ha demostrado gran habilidad para el arte de cocinar.
Vive en barrio San José y actualmente trabaja sólo con pedidos que le hacen los clientes por teléfono (al 4342609), puesto que no tiene un lugar en donde pueda dedicarse a comercializar lo que prepara.
Nilce aprendió a cocinar cuando era muy chiquita. “Tenía 8 años cuando aprendí. Mi mamá se iba a trabajar y yo tenía que cocinar para mí y para mis hermanos. Vivíamos en el campo y yo me ocupaba de eso. Después mis papás se separaron y nos vinimos a vivir a la casa de mi abuela. Aquí estudié gastronomía en la escuela Joaquín Castellanos”, narró Mamaní.
Tiene dos hijos, de 4 y 1 año. Está casada y tiene un sueño: poner un negocio para poder continuar dedicándose a la gastronomía. Por lo pronto, el premio que ganó en el concurso (2 mil pesos) lo invertirá en comprar un horno que le permita continuar con este trabajo pues, por ahora, cocina en un horno prestado.
Nilce no quiso decirle a El Tribuno cuál es el secreto para preparar empanadas tan sabrosas. “Lo sabemos mi mamá y yo, pero juramos no decirle a nadie (risas)”.
Una cocinera muy completa
Finalmente, el tercer puesto fue para Juana Coria. Sus empanadas, según el jurado, merecían también tener un reconocimiento.
Juana tiene 60 años y es oriunda de los Valles Calchaquíes, de un lugar que se llama Potrero de Díaz, cerca de Chicoana. Hace 40 años que vive en la capital salteña.
Además de comida regional, Juana hace masas, tortas y toda clase de comidas, dijo. Se dedica a la gastronomía hace ya mucho tiempo. Cocina por encargo. Sus clientes, para eso, deben comunicarse con ella al 4238479 o dirigirse a su casa, en pasaje La Viña 989 (Corrientes al 1400).
Es casada y tiene dos hijos. “A los 21 empecé a cocinar. Iba con mi marido a las fondas que se hacen en distintos lugares del interior. Así comencé”, contó. La mujer dijo, además, que siempre le gustó ser muy prolija con su trabajo y que aprendió a cocinar sola. “Yo la observaba mucho a mi mamá, eso fue una gran enseñanza”, recordó. Juana también recibió muchos premios en concursos. “Estoy muy orgullosa de mi trabajo”, concluyó.