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Piden plazo de 180 días para decidir si un chico tiene que ser adoptado

Miércoles, 10 de octubre de 2012 11:59
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14.400 chicos son los que vivían en hogares hasta 2011 en todo el país. El dato surge de un relevamiento que realizó Unicef.

Con el cambio que se propone para el Código Civil, quizás hubiera sido diferente la polémica historia de tres hermanos que perdieron a su papá y pasaron 14 años en hogares estatales de Salta pese a que tenían otros parientes. La reforma plantea que, en 180 días, se debería decidir si hay que buscar una familia adoptiva para un niño o se pueden recomponer sus vínculos de origen.

El momento en que un chico tiene que ser adoptado si sus padres fallecieron o no le dan la contención adecuada siempre generó debate.

Cuando un niño queda huérfano es obligatorio priorizar la posibilidad de que viva con abuelos, tíos o alguien con nexo biológico.

Los chicos deben ser adoptados si no hay nadie con lazos sanguíneos que pueda cuidarlos, o bien, si sufren en sus hogares conflictos para los que no se encuentra solución.

La violencia, las adicciones o la falta de cuidados básicos podrían ser algunos de los factores que determinen que un niño no debe seguir en el ámbito en el cual nació.

La ley dice que el Estado tiene la obligación de hacer lo posible para que los chicos crezcan con su familia de origen, lo que implica ofrecer apoyo económico o psicológico a sus padres si lo necesitan. Sin embargo, los tiempos nunca terminaron de estar claros. Los jueces deben decidir hasta cuándo extender la oportunidad de que un niño reconstruya sus relaciones biológicas y cuándo está en condiciones de que lo adopten.

Si se aprueba la reforma del Código Civil, habrá un plazo de seis meses o 180 días para resolver cuál es la mejor alternativa.

Internados 14 años

El tratamiento a los niños en situaciones vulnerables se discutió en Salta a partir de la historia de tres hermanos que perdieron a su padre y pasaron 14 años en orfanatos estatales. Incluso hubo períodos en que los separaron.

La madre de los chicos no estaba en condiciones psiquiátricas de hacerse cargo de ellos pero había otros familiares biológicos que podrían haberlos criado si los apoyaban económicamente.

Recién el año pasado, por una demanda de la defensora oficial Natalia Buira, los chicos pudieron irse a vivir con una tía. El mayor ya había cumplido los 19 años y estaba desde los 5 en instituciones.

Buira reclamó porque no se encontraron salidas, como ayudar a sus parientes o buscar padres adoptivos, para que los chicos no crecieran internados.

La defensora apuntaba al derecho que tienen los niños a vivir en un entorno familiar y a los daños emocionales que implica la “institucionalización” prolongada.

El caso quedó como una muestra de las fallas de un sistema que tiene la oportunidad de transformarse si se aprueba el proyecto de ley para reformar el Código Civil.

Los avances que implicaría la iniciativa se destacaron la semana pasada en la Cámara de Diputados de Salta, durante una jornada de capacitación.

En un encuentro organizado por Unicef, el Inadi y el Ministerio de Derechos Humanos, especialistas analizaron, desde la perspectiva de la infancia, la propuesta que tratará el Congreso.

Marisa Herrera, investigadora del Conicet y una de las disertantes, consideró que se acortarán los plazos gracias a la definición de reglas precisas que hasta ahora no existen.

Victoria Pellegrini, especialista en derecho de familia, también tuvo una mirada positiva. “Creo que esto va a ayudar a clarificar la situación y a que los niños no permanezcan en la incertidumbre”, opinó.

Los cambios que habrá en la niñez

Algunos puntos del proyecto para modificar el Código Civil. La iniciativa fue redactada por una comisión a cargo de los ministros de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco, junto con la jurista Aída Kemelmajer.

Nombre. Se instaura definitivamente la igualdad en materia del apellido de los hijos. De aprobarse, todos los chicos podrán llevar el apellido de uno o de los dos padres en el orden que acuerden. Esta opción también corre para hijos de parejas convivientes.


Adolescentes. Se diferencia entre niños y adolescentes. Se es niño hasta los 13 años y adolescente de 13 a 18 años. Los adolescentes van a tener algunos derechos diferentes, como decidir si quieren hacer determinados tratamientos de salud o pedir un preservativo en un centro de salud.

Fertilización. Se habilita la maternidad subrogada o “alquiler de vientres” con autorización judicial. Esto permite que una pareja que no puede tener hijos implante su embrión gestado con métodos artificiales en el útero de otra mujer, que no podrá cobrar por ello.

Paternidad. Se especifica que, cuando se utilice esperma donado en la gestación artificial de embriones, el donante no será considerado padre. Serán padres los que manifiesten la “voluntad procreacional”, es decir, la pareja que haya recurrido a la fertilización.

Identidad. Los chicos que nazcan gracias a la donación de esperma podrán conocer datos biológicos del donante cuando lo necesiten por cuestiones de salud. Solo podrán saber su nombre cuando demuestren que tienen argumentos fundados para pedirlo.

Adopción. En el proyecto se establecen reglas y plazos claros en concordancia con la ley de niños, niñas y adolescentes. Los padres biológicos no podrán decidir dar en adopción a su hijo hasta que cumpla 45 días.

Separación. Cuando los padres se divorcien, la tenencia de los hijos será compartida. Hoy se tiende a otorgar la responsabilidad a uno de los padres, generalmente la madre, y el otro queda con un rol secundario. Se intenta que la vida de los chicos se modifique lo menos posible.

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