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La designación de Pablo Lunati para dirigir el superclásico era inminente. Finalmente ayer se confirmó que es el elegido para impartir justicia en el choque entre River y Boca, el partido más relevante del fútbol argentino que se jugará el domingo en el Monumental a las 15.30.
El único antecedente que tiene el hombre de negro en partidos de esta envergadura es el clásico de verano jugado en Mar del Plata en 2011, donde los xeneizes se quedaron con la victoria por 2 a 0, con goles de Martín Palermo y Nicolás Colazo.
“Estoy muy contento, recién me lo dijeron. Lo dirigí solo en el verano, pero el River-Boca no es amistoso aunque sea en verano. Lo tomé como el partido más importante de mi vida en ese momento, ahora pasa a ser este”, reconoció Lunati.
Luego el árbitro expresó: “Voy a seguir como siempre, soy feliz dirigiendo. Siempre digo que no hay que traicionarse a uno mismo. Hay que morir con las convicciones”.
Sobre su manera de dirigir, el juez opinó: “Hice casi un año de psicología deportiva y eso me ayudó. Muchas veces me equivoqué por tener el estilo de hablar con los jugadores y no saqué alguna tarjeta que debería haber sacado antes y me solucionaba muchas cosas. Pero cuando cobro algo estoy seguro de lo que hago”.