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El empleado de una mueblería y un cómplice fueron demorados acusados de apoderarse de la suma de $2.500, tras fingir un asalto en el local situado en avenida San Martín al 1.100, en el macrocentro capitalino.
El hecho ocurrió el sábado pasado, cuando el hombre llamó al 911 y denunció que dos sujetos desconocidos habían ingresado al negocio donde trabaja y, tras amenazarlo con un arma de fuego, le sustrajeron el dinero para luego darse a la fuga a pie.
El mismo empleado se apersonó en la Brigada de Investigaciones para radicar denuncia y aportar las características de los asaltantes, pero entró en evidentes contradicciones, por lo que tuvo que reconocer que el hecho jamás existió y que su relato fue inventado.
El frustrado ladrón agregó luego que el dinero robado fue entregado a un amigo que reside en calle Los Partidarios, desde donde se recuperó el dinero sustraído.
El empleado infiel reconoció que tiene problemas y deudas de dinero, hecho que lo motivó a mentir.
“Me arrepentí porque mis jefes son buenas personas y no se merecen esto”, habría dicho el apresado, según comentaron fuentes extraoficiales.
Tanto el trabajador como su amigo quedaron demorados a disposición de la Justicia.