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Un contrabandista de hojas de coca fue atrapado ayer luego de una cinematográfica persecución realizada por móviles de Gendarmería Nacional, que fueron baleados por el sujeto y su acompañante y que recibieron el mismo tratamiento de parte de los uniformados, informaron ayer a El Tribuno fuentes extraoficiales ya que la fuerza no dio a conocer ningún detalle de la espectacular acción.
Todo comenzó el domingo, poco después de las 21, en la plaza de peaje de la concesionaria de la autopista de acceso a Salta, Aunor, cuando un hombre que se trasladaba junto a una mujer, en un Chevrolet Astra, fue detenido cuando ingresaba a la ciudad por efectivos de Gendarmería. El conductor aminoró la marcha, pero cuando estuvo frente a los uniformados aceleró a fondo y escapó, siendo seguido de inmediato por dos móviles de la fuerza que no esperaban ser repelido a tiros. Los oficiales contestaron con la misma moneda pero el Astra ingresó por el desvío de camiones, enfiló hacia barrio El Manjón y descendió buscando refugio en las callejuelas de villa Juanita. En su escape recibió tres impactos de bala en sus neumáticos traseros y uno en el delantero izquierdo. Sin embargo, y en esas condiciones, hizo un giro, se metió por un pasaje y lo perdieron de vista. Los gendarmes dieron aviso al Sistema de Emergencias 911 de la Policía de la Provincia, cuyos efectivos hallaron al causante en el pasaje J.A. Zuviría cuando se aprestaba a ascender a un Fiat 147 que se hallaba estacionado en la arteria, con las llaves puestas en el tambor de arranque.
El audaz contrabandista, cuyos datos no fueron proporcionados, lo mismo que de su acompañante, una mujer joven, había ocultado hábilmente el Chevrolet Astra entre dos camiones ladrilleros.
Cuando llegaron los gendarmes, estos se hicieron cargo de la situación y virtualmente desguazaron la unidad en fuga, hallando en su interior 348 kilogramos de hojas de coca, dispuestas en ladrillos compactados. También encontraron papelillos de cocaína de máxima pureza, aunque el sospechoso alegó en su favor arguyendo que “es para consumo personal”.
Los gendarmes rompieron con cuchillos los asientos, en busca de más droga, pero no hallaron nada. Y también sacaron partes de la carrocería donde podría haberse ocultado algo. Finalmente, secuestraron los vehículos y detuvieron a la pareja.