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Mientras para el Indec la inflación del año pasado fue del 9,5%, y para los privados, casi un 23%, un relevamiento de Defensa del Consumidor de la Municipalidad en vistas al inicio de las clases detectó subas con respecto a febrero de 2011 de hasta un 69,38% en zapatillas, de un 68,75% en zapatos colegiales y de un 27,5% en indumentaria para chicos.
Las cifras demuestran que este año el calzado aumentó un 69,38% con relación al período 2010-2011, y en contrapartida, la ropa escolar se remarcó un 9,75% menos. Hace un año, el calzado había aumentado hasta un 60% y la indumentaria un 37,25%.
Según el sondeo, los precios de las zapatillas oscilan entre $84 y $289, de acuerdo a la marca elegida, mientras que en febrero 2011 estas costaban entre $45 y $190. Los zapatos, en tanto, se consiguen entre $160 y $440, y también depende de la marca elegida.
En las vidrieras ya se pueden apreciar los delantales para los chicos que van de $34,90 a $89,90, según talle y calidad. Lo mismo ocurre con los equipos de gimnasia, que van desde $49 hasta $99.
La subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Pía Saravia, tras comparar los precios de febrero de 2011 con la actualidad afirmó que “hubo un aumento general del 27,5% promedio”.
La funcionaria comentó que el organismo municipal recorrió varios locales céntricos de la ciudad con el objetivo de informar a los consumidores salteños sobre el comportamiento de los precios de los productos que forman parte de la mochila de los chicos y de su vestuario.
Tras el informe recomendó a los padres que “busquen precios ya que hay muchas diferencias entre los comercios”.
Más precios
En la rama del atuendo escolar, en las tiendas y otros negocios, se encontraron medias azules y blancas deportivas a distintos precios: de $6,90 a $23,90.
Las remeras blancas de piqué van desde $14,90 hasta $50 y las camisas colegiales de $39,90 a $100. Los pantalones grises, que también forman parte del uniforme, cuestan entre $45 y $119; y las corbatas, de $9,90 a $16,90.
Como cada inicio de clases llenar la mochila y vestir a los chicos es todo un desafío e implica un gasto extra para los padres, quienes tratando de aliviar sus bolsillos ya comenzaron a buscar precios y a comprar. El secreto: no quedarse en un solo lugar.