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Gradualmente algunos conductores van aprendiendo que hay que respetar al peatón. Que cuando ellos van a girar, el que tiene derecho de paso es el caminante que avanza hacia el frente. Que esto hay que cumplirlo a rajatabla y es lo que corresponde, etc. Pero sucede, que los capataces de obras en construcción, bloquean totalmente las veredas con material o con escombros y hasta ponen cintas rojas cerrando totalmente el paso. Días pasados en Pueyrredón al 700, una señora que llevaba de la mano a tres criaturas, tuvo que bajar hasta la mitad de la calle porque le habían cerrado el paso con ripio y arena. Me pregunto si los inspectores municipales tienen conciencia de los riesgos que violaciones como esa provocan a los caminantes. Según indica una disposición comunal, las veredas nunca pueden ocuparse más allá del 50% de su superficie. Por otro lado, la Municipalidad debería habilitar un número telefónico gratuito donde hacer denuncias como esta.
Guillermo E. Pérez
Ciudad