Culminó ayer el juicio por el homicidio del pequeño productor agrícola Guillermo Arenas Solís (51), ultimado el 25 de noviembre de 2008 con el fin de robarle US$ 8.000 y $20.000 que el hombre había cobrado por la venta de una cosecha de sandías.
De esta manera, la Cámara II del Crimen sentenció a los expolicías Celso Cruz, Luis Alberto Santana y Francisco Bonifacio Díaz, a la pena de prisión perpetua por hallarlos culpables de homicidio calificado, mientras que a Cirilo Cruz, jornalero y hermano de Celso, le dictaron dos años de cárcel por encubrimiento.
Sin embargo, los efectivos Sergio David Ocampo y Rodolfo Andrés Rodríguez fueron absueltos por el tribunal, integrado por los magistrados Carlos Pucheta, Bernardo Ruiz y Angel Longarte.
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Culminó ayer el juicio por el homicidio del pequeño productor agrícola Guillermo Arenas Solís (51), ultimado el 25 de noviembre de 2008 con el fin de robarle US$ 8.000 y $20.000 que el hombre había cobrado por la venta de una cosecha de sandías.
De esta manera, la Cámara II del Crimen sentenció a los expolicías Celso Cruz, Luis Alberto Santana y Francisco Bonifacio Díaz, a la pena de prisión perpetua por hallarlos culpables de homicidio calificado, mientras que a Cirilo Cruz, jornalero y hermano de Celso, le dictaron dos años de cárcel por encubrimiento.
Sin embargo, los efectivos Sergio David Ocampo y Rodolfo Andrés Rodríguez fueron absueltos por el tribunal, integrado por los magistrados Carlos Pucheta, Bernardo Ruiz y Angel Longarte.
Además de la condena contra los imputados, los jueces determinaron que el Estado provincial deberá abonar la suma de $500.000 a la familia de la víctima, teniendo en cuenta que los culpables eran funcionarios públicos al momento del hecho.
El fallo contra los exuniformados se llevó a cabo en la sala de Grandes Juicios Miguel Ragone de la Ciudad Judicial.
En ese recinto se registraron las nueve audiencias del caso, en el que más de 30 testigos comentaron lo ocurrido en la noche que el hombre fue asesinado.
Arenas Solís fue encontrado muerto, 16 días después, a 16 kilómetros de Las Lajitas.
Los pedidos
Cabe recordar que durante la jornada del jueves se conocieron los alegatos de ambas partes. La fiscalía, a cargo de Félix Eduardo Elías, solicitó la pena de prisión perpetua para Celso Cruz, Ocampo, Díaz y Santana por considerarlos autores materiales del crimen y dos años para Cirilo Cruz y Rodríguez, por encubrimiento y violación a los deberes de funcionario público.
Los abogados de cinco de los imputados pidieron la absolución de sus defendidos y solamente Roberto Ortega, abogado de Celso Cruz, requirió una máxima pena de 12 años para su defendido, quien confesó haber participado del crimen, aunque dijo que Díaz fue quien lo ultimó de un disparo.
El veredicto se dio a conocer a las 16, tras un debate de cinco horas por parte de los jueces.
Antes, Celso Cruz había pedido perdón a los familiares de la víctima “por el daño que hicimos”, y los otros dos condenados a prisión perpetua se declararon inocentes y dijeron a viva voz que estaban viviendo una injusticia.
“Me lo entregaron en una bolsa”
Pasaron más de tres años del crimen del pequeño productor Guillermo Arenas Solís y las heridas no cierran en la intimidad de su familia, que siguió de cerca el juicio contra los seis imputados del hecho.
Por ese motivo, tras conocer el fallo de los integrantes del tribunal de la Cámara II del Crimen, se abrazaron y lloraron.
“Por fin se hizo justicia, estoy conforme porque nunca dudé que los policías eran los culpables del asesinato de mi marido”, dijo Cervanda Matorras a El Tribuno.
Además, la mujer afirmó: “Guillermo se fue caminando a la seccional y me lo entregaron en una bolsa de nylon. Por eso mismo, recién ahora descansará en paz, tras haberse conocido la merecida sentencia”.
Por su parte, Rogelio Arenas, hermano del pequeño productor asesinado, le dijo a este matutino: “Si bien la absolución de Ocampo no me parece justa, el resto deberá pagar por lo que cometieron y ahora sus familiares van a sufrir lo que nosotros sufrimos”.
“A mi hermano nadie me lo devuelve, pero yo creía en la Justicia y los jueces no me fallaron. Sabía que los asesinos iban a pagar por lo que hicieron y estoy conforme, pese a que sigo teniendo angustia porque a Ocampo lo consideraba un amigo y yo sé que el fue partícipe del hecho”, culminó.
Al término del veredicto, familiares de Díaz y Santana, en medio de lágrimas, gritaron: “¡Decí la verdad Celso, esto es culpa tuya. Ellos no hicieron nada!”.
El Tribuno estuvo presente en las audiencias y en la sentencia del juicio. En nuestra web, www.eltribuno.com.ar, se puede ver y escuchar el veredicto, y a la familia de Arenas Solís.