La audiencia de debate del juicio contra Nelson Leonardo Cositorto y los referentes de Generación Zoe en Salta continuó este lunes por la mañana, con la declaración de algunos denunciantes y otros testigos propuestos por las partes. Un momento clave lo protagonizó Ricardo Vilardel, uno de los acusados, quien solicitó hablar específicamente en relación con los dichos de una de las denunciantes.
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La audiencia de debate del juicio contra Nelson Leonardo Cositorto y los referentes de Generación Zoe en Salta continuó este lunes por la mañana, con la declaración de algunos denunciantes y otros testigos propuestos por las partes. Un momento clave lo protagonizó Ricardo Vilardel, uno de los acusados, quien solicitó hablar específicamente en relación con los dichos de una de las denunciantes.
Vilardel afirmó que se dicen "muchas mentiras" y que en el celular que le secuestraron se encuentran todas las conversaciones, en particular las de la testigo con la que pidió realizar un careo. Aclaró que siempre responde los mensajes que le envían y "da la cara", excepto en situaciones en las que se siente amenazado.
Habló, además, de un presunto "ensañamiento" por parte de los denunciantes, quienes, según él, "inventan un montón de cosas". Solicitó que se verifique la conversación con la testigo, buscando contrarrestar su declaración con la evidencia de su teléfono.
Luego de un cuarto intermedio, el juicio continuará este martes desde las 8. Cositorto solicitó ser escuchado nuevamente, por lo que su declaración abrirría la próxima sesión.
Nelson Leonardo Cositorto enfrenta acusaciones por los delitos de estafas reiteradas, sumando 118 hechos, y asociación ilícita en concurso real. Por los mismos delitos también se juzga a Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, Jorge Federico Vilardel, Ana Lucía de los Ángeles Vilardel y Vilma Griselda Albornoz.
Según consta en la causa, la financiera Generación Zoe, que operaba con sede en Salta, comienza a ser investigada en 2022. Esto ocurre a partir de múltiples denuncias de ahorristas que aseguran haber sido estafados. La investigación logra determinar que Cositorto lideraba una empresa que operaba a través de un esquema fraudulento. Atraía inversores con la promesa de una rentabilidad muy elevada, entre el 7.5% y el 10% mensual, lo que equivalía a un 120% anual. Sin embargo, la ganancia prometida no provenía de las actividades financieras y comerciales que Generación Zoe promocionaba, sino de los fondos frescos depositados por nuevos inversores, un esquema conocido como Ponzi.