La trama de Generación Zoe, con Leonardo Cositorto como figura central, volvió a desplegarse en la última audiencia de la semana del juicio que se desarrolla en la Ciudad Judicial. Esta vez, el punto de partida lo marcó una testigo de la defensa que reivindicó el rol del acusado como su "mentor", a quien conoció –dijo– gracias a una capacitación en coaching ontológico.
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La trama de Generación Zoe, con Leonardo Cositorto como figura central, volvió a desplegarse en la última audiencia de la semana del juicio que se desarrolla en la Ciudad Judicial. Esta vez, el punto de partida lo marcó una testigo de la defensa que reivindicó el rol del acusado como su "mentor", a quien conoció –dijo– gracias a una capacitación en coaching ontológico.
La mujer aseguró haber tenido "el gusto" de formarse con Cositorto en su plataforma digital, donde accedió a lo que definió como una "educación de excelencia" para encontrar "un propósito en la vida". Según su testimonio, esto fue lo que la motivó a invertir en abril de 2020, cuando supo que otras personas ya estaban ganando dinero mientras seguían formándose dentro de Zoe.
La testigo afirmó que recibió beneficios mensuales por su inversión y que tomó por decisión propia la opción de reinvertir las ganancias. Sin embargo, al ser consultada sobre documentación que acreditara sus dichos, reconoció que no la posee, ya que toda la operatoria era virtual y se manejaba a través de una plataforma que "desapareció".
A medida que avanzaba su declaración, la mujer expuso la versión que sostiene el círculo más cercano a Cositorto: que la empresa funcionó con normalidad hasta comienzos de 2022, cuando –según dijo– fue víctima de una "salvaje arremetida" y de un "circo armado por intereses creados", que habrían derivado en la cesación de pagos.
La audiencia del jueves (última de la semana por el feriado del Día de la Bandera) incluyó también la declaración de un grupo de damnificados, entre ellos efectivos del Servicio Penitenciario de Salta, quienes contaron que se enteraron de Generación Zoe por medio de un compañero. Luego de acudir a la oficina que la empresa tenía en la capital salteña y recibir asesoramiento, decidieron invertir sus ahorros.
Uno de ellos relató que se convenció de reinvertir los intereses en lugar de retirar su capital inicial "por el habla" de los encargados, una expresión que alude al discurso motivacional que caracterizó al modelo Zoe: una mezcla de coaching, promesas de libertad financiera y cultura del esfuerzo individual.
Otro testigo contó que, tras el pedido de captura nacional e internacional contra Cositorto en febrero de 2022, los responsables de la sede local ordenaron a los inversores migrar sus fondos a una nueva billetera virtual con la promesa de duplicar las ganancias. La promesa no se cumplió. Cuando reclamó, le respondieron que ya no estaban vinculados a Zoe y que debía dirigirse a Buenos Aires.
La causa penal da cuenta de que la financiera Generación Zoe –que operaba en Salta y en otras provincias del país– comenzó a ser investigada en 2022, tras una multiplicación de denuncias por parte de ahorristas. El modelo que ofrecía prometía rendimientos del 7,5 al 10% mensual, equivalentes a un 120% anual. Pero las ganancias no provenían de negocios reales, sino de los fondos aportados por nuevos inversores: un esquema Ponzi clásico.
El juicio se lleva adelante en la Sala I del Tribunal de Juicio y está presidido por el juez Martín Pérez, con la participación de los vocales Javier Aranibar y Leonardo Gabriel Feans. Cositorto enfrenta cargos por estafas reiteradas (118 hechos) y asociación ilícita en concurso real. Por los mismos delitos son juzgados Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, Jorge Federico Vilardel, Ana Lucía de los Ángeles Vilardel y Vilma Griselda Albornoz, señalados como referentes de Zoe.
Así, entre relatos de formación espiritual, promesas de abundancia y maniobras financieras opacas, el juicio contra los responsables de Generación Zoe avanza en Salta con el testimonio de quienes, en muchos casos, entregaron sus ahorros convencidos de que estaban invirtiendo en una oportunidad única para "cambiar sus vidas". Hoy, intentan recuperar algo de lo perdido.
Hasta la abogada
En medio del desarrollo del debate oral, la jornada también estuvo atravesada por un momento de tensión inesperado. La abogada defensora de Cositorto, Cecilia Martínez, pidió al tribunal que le consultara a su cliente si quería cambiar de representante legal. La letrada denunció sentirse hostigada por el acusado. "Me obliga a preguntar lo que él quiere y me reclama si no lo hago exactamente como él escribe", expresó ante los jueces.
Cositorto, por su parte, se defendió asegurando que lleva más de un mes sin poder dormir debido a las malas condiciones de detención en la Alcaidía de Salta. Finalmente, el tribunal resolvió continuar con el proceso sin cambios, por lo que Martínez seguirá representándolo.
Resumen del caso
- El proceso comenzó el 4 de junio en la Sala I del Tribunal de Juicio.
- Los implicados en el juicio: se vincula a Leonardo Cositorto y cuatro personas de su equipo local: los Vilardel (Ricardo, Federico, Ana Lucía) y Vilma Albornoz.
- Casi 120 estafas: en total enfrentan cargos por 118 hechos de estafa reiterada y asociación ilícita. Hay un tendal de damnificados en Salta.
- Ricardo Vilardel, responsable local, dijo haber "solo cumplido órdenes" de Cositorto, negó participación en decisiones financieras.