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Miles de personas participaron ayer en Gualeguaychú de una nueva marcha en reclamo del desmantelamiento de la pastera UPM. También reprocharon el “silencio” del Gobierno nacional ante la “mala fe”, dijeron, del Estado uruguayo en el control de la empresa que, aseguraron, está dejando como “una inmensa cloaca” al río Uruguay.
En una proclama leída sobre el puente binacional General San Martín, los ambientalistas aseguraron que el conflicto generado por la instalación de la exBotnia en la ciudad uruguaya de Fray Bentos “se agravó” y denunciaron la “complicidad” del gobierno uruguayo con la empresa de capitales finlandeses y el “silencio” de la administración de Cristina Fernández. Además, reclamaron que el río Uruguay sea declarado “en estado de desastre”, a la vez que exigieron que se cumpla “lo ordenado por (la Corte de Justicia de) La Haya ante el reiterado incumplimiento por parte del gobierno uruguayo” en sus deberes de control de la empresa.
El gobierno uruguayo, dijeron, ha demostrado “mala fe” en su accionar y reiteraron su exigencia de que “UPM se retire de la cuenta del río Uruguay”.
Los asambleístas, 42 de cuyos integrantes están procesados por los cortes de ruta, expresaron que les “‘duele que desde el propio Gobierno nacional se haya impulsado una querella a numerosos ciudadanos de Gualeguaychú, por el solo hecho de ser luchadores sociales que solo defienden la naturaleza, la vida y a sus propios conciudadanos”.
La entidad vecinal ambientalista expresó, durante la marcha que reunió a miles de personas, que “el río Uruguay viene a mostrarnos las heridas por la acción criminal de quienes lo están destruyendo con la complicidad de quienes deberían evitarlo”. “Quienes estamos aquí expresamos que ya no da más, que ya estamos llegando al límite del desprecio a la naturaleza”, afirmaron.
El río, manifestaron, “hoy es una inmensa cloaca producto del vertido de las cloacas y de la agricultura industrial, pero en forma determinante por los miles de contaminantes que arroja esta planta”.
“Esto no sería posible sin la complicidad por acción u omisión de quienes tienen la responsabilidad de gobernarnos y han actuado con maliciosa negligencia”, dijeron, tras lo cual aseguraron que los estudios y la observación del río “confirman los peores pronósticos”.