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Los jefes de gobierno de Alemania, Francia, Italia y España propusieron ayer en Roma un plan de hasta 130.000 millones de euros (163.000 millones de dólares) para sacar a Europa de la crisis de deuda soberana.
La canciller alemana Angela Merkel, el presidente francés Fran‡ois Hollande, el presidente del Gobierno español Mariano Rajoy y el primer ministro italiano Mario Monti aportaron medidas concretas más allá de los acuerdos sobre una transacción comercial, algo que ha defendido siempre Alemania.
Quizá el mayor logro del encuentro fue el reconocimiento de Merkel de que las medidas de austeridad por sí solas no resolverán los problemas del euro. Merkel ha sido atacada por defender las medidas de austeridad y oponerse a la emisión de los eurobonos.
“Decimos que el crecimiento y la solidez financiera son las dos caras de la misma moneda. La solidez financiera no es suficiente”, insistió Merkel, cambiando en parte su discurso.
“El euro es irreversible”
Monti intentó tender un puente entre la insistencia de Merkel de disciplina fiscal y la intención de crecimiento de Hollande. Reconoció que las medidas adoptadas hasta ahora no han sido suficientes, y que los mercados y ciudadanos de la Unión Europea deben considerar al euro como irreversible. “Mantenemos que si cuatro países tan diversificados como los nuestros pueden encontrar una línea convergente, ello puede ayudar a encontrar un sólido consenso en el Consejo de la UE”, dijo.
Severas consecuencias
Y advirtió sobre severas consecuencias para las 17 naciones de la eurozona y la economía mundial si fracasa la reunión de la próxima semana. “Una gran parte de Europa tendría que conformarse con elevados intereses bancarios, que luego afectarían a los estados, e indirectamente a las firmas. Es lo contrario a lo que debemos hacer para el crecimiento económico”, agregó Monti.
Los 130.000 millones de euros analizados en la reunión de Roma incluirán fondos para compensar los fondos estructurales de la Unión Europea, el Banco Europeo de Inversiones y los “bonos proyecto” de deuda vendida en el mercado libre. El impuesto a las transacciones financieras cobrará a los bancos un 0,1% del valor de la venta de acciones, y un 0,01% por contratos de derivados con los fondos de rescates bancarios.
Una semana intensa
La reunión puso fin a una intensa semana en la que los mercados se asustaron ante el temor de que los gobiernos regionales no encuentren medidas adecuadas para luchar contra la crisis de la deuda soberana, y que España e Italia necesiten pronto rescates para sus economías que no se puedan costear.