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La semana que se inicia será clave para que el nuevo presidente de Paraguay, Federico Franco, envestido el viernes luego del rápido juicio y destitución de Fernando Lugo, sea reconocido por sus pares de Latinoamérica. El próximo viernes, los líderes del Mercosur se reunirán en Mendoza y el tema central será la situación política de Paraguay. Ayer, a través de una declaración, Cancillería informó que Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú decidieron suspender a Paraguay de “la Cumbre de presidentes del Mercosur, así como de las reuniones preparatorias”.
Asimismo, explicaron que durante el encuentro de mandatarios a realizarse en Mendoza se considerarán “ulteriores medidas a ser adoptadas”.
Paraguay tampoco podrá participar de las reuniones previas.
Al justificar su decisión, indica el texto, se tuvo en cuenta la ruptura del Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur -suscrito el 24 de julio de 1998-, en el que se habla de la “plena vigencia de las instituciones democráticas” como una “condición esencial para el desarrollo del proceso de integración”.
Con anterioridad al comunicado, el nuevo presidente de Paraguay había anunciado que no asistiría a la cumbre porque no es “propicio ni conveniente”, luego de que Argentina, Brasil y Uruguay llamaran el sábado a sus embajadores en Asunción en rechazo a la destitución del anterior mandatario Fernando Lugo.
Por su parte, el destituido presidente anunció ayer que irá en representación de Paraguay a la cumbre de Mercosur y a una posible reunión conjunta de líderes de este bloque con los de la Unasur. “Vamos a estar la próxima semana en el Mercosur”, dijo Lugo, usando su habitual plural mayestático, a la prensa congregada a las puertas de su vivienda en el municipio de Lambaré, vecino de Asunción. “También nos hemos comunicado con el presidente Ollanta para adelantar la transferencia de la presidencia de Unasur”, añadió.