La tensión entre la Casa Rosada y el moyanismo va en aumento. El Gobierno nacional, a través del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, deslegitimó por completo el acto del camionero en Ferro y advirtió que el gremialista “ya poco representa a los trabajadores” y que se convirtió en un dirigente de la oposición.
Pese al poco apoyo con el que contó el líder camionero en su congreso, Moyano continúa siendo una amenaza en crecimiento para la administración kirchnerista. En este marco es que el ministro ubicó al ahora exaliado en la vereda opositora.
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La tensión entre la Casa Rosada y el moyanismo va en aumento. El Gobierno nacional, a través del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, deslegitimó por completo el acto del camionero en Ferro y advirtió que el gremialista “ya poco representa a los trabajadores” y que se convirtió en un dirigente de la oposición.
Pese al poco apoyo con el que contó el líder camionero en su congreso, Moyano continúa siendo una amenaza en crecimiento para la administración kirchnerista. En este marco es que el ministro ubicó al ahora exaliado en la vereda opositora.
“No habló en defensa de los intereses de los trabajadores, (a los) que ya poco representa, sino como dirigente político y de la oposición”, cuando se refirió a temas extrasindicales, como la inseguridad, y planteó “repensar” el voto en las elecciones del año próximo, consideró Randazzo.
El funcionario formuló declaraciones en la estación ferroviaria de la localidad de Temperley, en donde inspeccionó obras de instalación eléctrica en compañía del intendente Martín Insaurralde. Cabe recordar que el Ministerio de Trabajo declaró no válido el encuentro, y diversos gremios de peso se encolumnaron detrás de la candidatura del metalúrgico Antonio Caló, por lo que Moyano quedó desinflado de cara a lo que vendrá.
No obstante, con la mira puesta en aislarlo y quitarle el poder al camionero, desde la Casa Rosada profundizaron sus críticas en los conceptos desarrollados por el gremialista luego de ser ungido por tercera vez al frente de la central obrera más importante del país.
El ministro incluso sostuvo que “Moyano se olvidó del postulado peronista de que primero está la patria, después el movimiento y por último los hombres”, al cuestionar las supuestas ambiciones personales del líder camionero por permanecer al frente de la central sindical.
Asimismo después del faltazo (que se esperaba) de la mayoría de los gremios, la CGT quedó nuevamente fracturada, pero esta vez en tres sectores que no lograron llegar a un acuerdo: el que acompaña a Moyano, el dirigido por el metalúrgico Antonio Caló (que cuenta con la bendición de la Casa Rosada y tendrá su propio congreso el 3 de octubre) y la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo que no logró cerrar un acuerdo con ninguno de los dos espacios. Sucede que el espacio conducido por el líder gastronómico siempre estuvo enemistado con el camionero pero a su vez coloca la línea divisoria con Caló en su acuerdo con la Casa Rosada. En este complejo marco sindical, el ministro Randazzo sostuvo que “los argentinos aspiramos a un movimiento de trabajadores unificado con un objetivo único, que es el de mejorar las condiciones de los trabajadores, lo cual ha sido el objetivo de todas las políticas de este gobierno”.
Las declaraciones de Randazzo no concuerdan con la realidad de que el Gobierno instó a la división del movimiento obrero por segunda vez en dos años. El año pasado con la CTA, elecciones en las que el sector oficialista (de Hugo Yasky) no logró salir victorioso por lo que la cartera de Trabajo no aprobó la conducción oficial de Pablo Micheli. Ahora, sin la mayoría de congresales, optaron por no reconocer la victoria del camionero que tampoco hegemonizaba sus respectivos gremios.
Cabe recordar que lo mismo sucedió en la Federación Universitaria Argentina. Lejos de alcanzar la mayoría de congresales no reconoció el reciente triunfo de Franja Morada (brazo estudiantil de la Unión Cívica Radical).
Descartaron el apoyo a Scioli
Sin duda el discurso de Moyano tuvo un tono sumamente opositor al kirchnerismo y algunos interpretaron con cierto guiño al gobernador bonaenerse, Daniel Scioli. En este contexto, el secretario general del gremio de Judiciales, Julio Piumato, aclaró ayer que la CGT “no” eligió como próximo candidato presidencial del peronismo a Scioli, luego de que el jefe de la central obrera, Hugo Moyano, llamara a los trabajadores a “repensar el voto en (las legislativas de) 2013” en contra del kirchnerismo.
En este sentido sostuvo que “en primer lugar, se mezcló lo de Moyano y Scioli. Lo que sí hay que respetar es la institucionalidad en la provincia. Moyano criticó lo que parece un golpe de Estado encubierto, pero a Scioli no lo acompañamos”, indicó Piumato. En su discurso, Moyano afirmó estar en contra del pago del aguinaldo en cuatro cuotas, no obstante culpó al Gobierno nacional por el problema.
Piumato, quien además es el titular de Derechos Humanos de la CGT moyanista, manifestó que “sí es verdad que la Nación no le mandó los fondos para pagar y se generó un conflicto brutal, pero Sicioli eligió no pagar los aguinaldos”.