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La ratificación de lo previsible. En un camino cada vez más sinuoso que tomó la disputa por la CGT, no hubo acuerdo entre moyanistas y antimoyanistas que asistieron ayer a la conciliación convocada por el Ministerio de Trabajo. Con un fuerte guiño de la Rosada, los antimoyanistas propusieron armar una comisión con los dos sectores para garantizar un congreso limpio. La moción fue rechazada por el moyanismo. En este marco, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, afirmó anoche que no hay plazos para expedirse sobre las impugnaciones del congreso.
Con la fractura de la central obrera como un hecho, todo apunta que la cartera conducida por Tomada no convalidará las elecciones convocadas por el camionero el próximo 12 de julio.
Tal como se esperaba, la intervención del Ministerio de Trabajo no logró acercar las partes en cuestión. Es que los sectores afines a Hugo Moyano, si bien participaron del encuentro, consideraron que esa no era “la instancia legal” válida para dirimir las diferencias y que debía ser “primero la propia CGT” la que tratara el tema.
Sin la presencia de Moyano participaron del cónclave Omar Plaini (Canillitas) y Julio Piumato (Judiciales) en su representación. Este último afirmó que “concurrimos por una cuestión de cortesía, pero dejamos en claro en el acta que se firmó que no convalidamos esta instancia”.
Del encuentro también participó el diputado y asesor legal de la CGT, Héctor Recalde, quien buscó hacer el necesario equilibrio dada su fidelidad a Moyano y al Gobierno nacional. Pero en un clima por demás enrarecido resulta casi imposible pensar en una situación como a la que aspira el letrado. “Debe haber una alianza estratégica entre el Gobierno nacional y los trabajadores con prescindencia de las figuras que estén al frente de cada sector”, consideró Recalde.
En este marco el “poroteo” de moyanistas y antimoyanistas quedó atrás y todo indica que ante la falta de hegemonía de algunos de los sectores en pugna, la central obrera iría hacia una nueva fractura en su historia.
Divide y reinarás
Tal como pasó en la CTA y en la Federación Universitaria Argentina, lejos de hegemonizar esos espacios, el kirchnerismo camina hacia una nueva ruptura, esta vez en la CGT. En este marco, la decisión de Trabajo deberá tomarse antes del próximo miércoles, cuando el titular de la CGT llevará a cabo la renovación de todos los cargos de la central obrera. Mientras tanto, los “gordos” e “independientes” ya organizan un nuevo encuentro para el martes, que se llevaría a cabo en la sede de la UOM. Allí debatirán los pasos a seguir en esta guerra con el camionero. “Caló va a ser nuestro candidato. La única discusión que nos queda pendiente a nosotros es si plantearemos un triunvirato o un unicato”, dijo el titular de Luz y Fuerza, Oscar Lescano. En este contexto, el líder metalúrgico se prepara para lo que vendrá. Las trabas viene del dirigente gastronómico Luis Barrionuevo.
Por esto Caló y los máximos referentes de los gremios de la industria se reunirán hoy para constituir una nueva confederación que les permitirá “actuar en bloque”.